Algunos días publico historias viajeras de los lectores, así este blog se convierte en un espacio más rico en el que hay cabida para otras historias aparte de la mía.
Hoy Pedro Cumplido nos cuenta sus aventuras en autoestop. Tiene una forma de entender el viaje bastante acorde con la mía. De hecho, de su escrito me quedo con una frase: «la suerte es la puerta que se abre después de haber llamado a muchas, muchas puertas».
Sigue leyendo para conocer las aventuras de Pedro en autoestop.
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La buena suerte NO existe, al menos de la forma en que todo el mundo la conoce.
No esperes a que aparezca de la nada, aunque seas especial y la merezcas, ¿de qué sirve si nadie te conoce? ¿Entonces cuál es mi secreto para tener siempre buena suerte? En la mayoría de casos representa la puerta que se abre después de haber llamado a muchas, muchas puertas.
A la mayoría le gusta viajar, pocos tienen tiempo o dinero para hacerlo, entonces ¿cómo viajar mucho con poco dinero? La mayoría de la gente es buena y estará dispuesta a ayudarte si te conocen y tienes una actitud positiva. Después de haber viajado a más de 30 países en 4 continentes casi sin dinero, he tenido la “suerte” de que me han llevado a mis destinos en sus transportes, me han dado dinero, me han invitado muchas veces a comer o incluso a dormir en sus casas. Todo gratis, pero la gente valora más cosas además del dinero.
En Australia conocí a Ashley, mientras me llevaba en su coche noté que estaba deprimida, tras confesarme que hacía tiempo que estaba aburrida con su rutina, la animé a que llamara a su mejor amiga, con la cual hacía tiempo que no mantenía contacto, para que le propusiera hacer un viaje juntas por Tailandia. Ashley se alegró mucho con mis consejos porque recordó que lo más valioso de la vida era compartir nuevas experiencias con las personas valiosas de su vida.
Al llegar al pueblo, le pregunté por un McDonals para poder usar el wifi y si conocía algún lugar seguro donde pasar la noche con el saco de dormir. No me lo podía creer, ¡se sentía tan agradecida por la buena energía que le regalé que me dió un billete de 100$! Era mi 5ª semana en el país y ya casi no me quedaba dinero, así que me consideré muy afortunado.
Al día siguiente aún estaba asimilando mi “suerte” cuando al atardecer encontré en una carretera remota, sin nada de tráfico, a un camionero que se ofreció a llevarme tras verme haciendo dedo mientras bailaba en el arcén de la carretera, gracias al altavoz bluetooth que siempre me acompaña en mis aventuras. Resulta que John estaba cansado y se le había estropeado la radio, así que las historias de viajes y anécdotas que compartimos le sirvió para entretenerse y no dormirse.
Una vez en el pueblo me preguntó dónde quería bajar y, como de costumbre, le pregunté por un lugar que creyera seguro para estar con el saco de dormir. No solamente me pagó una noche en un hostel sino que, como al día siguiente no podía ir a trabajar por el peligro de las altas temperaturas, me propuso limpiar unos camiones. Me pagó 75$ por 5h además de invitarme a comer. Si aportas valor en la vida de la gente que vas conociendo pondrán su granito de arena para ayudarte en lo que necesites.
En Argentina recuerdo un día que estaba con mi buen amigo Javi, el mejor compañero de aventuras. Estábamos en una autopista, ya se ponía el sol y no quedaban muchas horas de luz. No teníamos comida ni un lugar cercano para hacernos con provisiones. Los coches, al ir tan rápido, no tenían mucha oportunidad de pararnos. Notamos que se nos agotaba la energía y empezaban a invadirnos pensamientos “realistas” sobre cómo pasaríamos la noche. Ese instante lo he bautizado como “punto de inflexión”, y cuando aparece debes echar mano de tus mejores recuerdos: Esos que te ponen de buen humor y te sacan una sonrisa.
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Nos pusimos nuestra música favorita, bailamos, hicimos el tonto y en el momento más inesperado… Aparecieron nuestros salvadores, Gaspar y sus amigos en una camioneta. Nos llevaron hasta el pueblo donde queríamos llegar. En lugar de preocuparnos de donde dormir, fuimos a un restaurante a comer unos choripanes y la camarera del lugar nos sorprendió invitándonos a todo después de escuchar cómo viajábamos.
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Al lado había una gasolinera, fuimos buscando wifi y acabamos encontrando a Loza, un hombre humilde con un gran corazón, que al enterarse de que no teníamos lugar donde dormir, llamó a su hijo para que nos viniera a buscar para llevarnos a su casa. Loza tenía que trabajar en la gasolinera toda la noche, así que se quedaba su habitación libre hasta el amanecer para que pudiéramos dormir.
Tener una actitud positiva en los momentos difíciles fue lo que nos permitió que las probabilidades para que algo bueno sucediera se pusieran a nuestro favor. Muéstrale al mundo quién eres regalando energía positiva y no volverás a necesitar creer en la suerte para que te sucedan cosas buenas.
[su_note note_color=»#ffffff» text_color=»#373737″ radius=»5″]Para saber más sobre las aventuras de Pedro, puedes encontrarlo en:
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¿Quieres compartir tu viaje?[su_divider top=»no» divider_color=»#dfc566″][/su_divider]
¿Quieres contarnos tu historia? Me encantaría escuchar tus planes viajeros y por eso aquí te explico cómo puedes ponerte en contacto conmigo para contarme tu viaje.
Oliver Araujo dice
Si queremos conseguir el éxito en nuestras vidas, la “suerte” es simplemente una gota en el océano del trabajo duro, el esfuerzo y la dedicación, ya que esto es lo único que realmente va a hacer que triunfemos en nuestros proyecto y que alcancemos todas nuestras metas