Myanmar es un país que está cambiando muy rápido. Cuando viajé allí en agosto de 2013, me di cuenta de que mucha información que había encontrado por internet y guías de viaje, estaba desactualizada. Por eso te recomiendo que no leas esta entrada como si fuera la guia definitiva para viajar a Myanmar. No lo es y, por el momento, no hay ninguna que lo sea.
· Algunas cosas habrán cambiado desde 2013, pero aquí encontrarás toda la información basada en mi experiencia para que organices tu viaje a uno de los países que más me impactó durante mi viaje por Asia.
Guía para viajar a Myanmar
· Visado para viajar a Myanmar
Conseguir un visado para Myanmar no es dificil. Solo necesitas un pasaporte válido durante por lo mínimo seis meses, rellenar un formulario con preguntas muy básicas, una foto de carnet y una fotocopia de tu pasaporte.
Si solicitas el visado en la embajada de Myanmar en Bangkok, te pedirán 810B para entregártelo en dos días. Pagando poco mas de 1000 B te lo hacen en uno, y pagando casi 2000 B te lo hacen el mismo día.
Desde Khaosan o alrededores es fácil llegar a la embajada en barco. El de la bandera naranja te lleva a Sathorn y desde allí puedes coger el Skytrain o caminar unos 10 o 15 minutos hasta la embajada.
· Conseguir cambio en Myanmar
En Myanmar aceptan dólares y kyats. Los dólares sirven para pagar las entradas a los lugares turísticos y la mayoría de los hoteles. Los kyats se utilizan para pagar todo lo demás.
Es importante que lleves dólares nuevos, o que por lo menos no sean anteriores al 2006, y que no tengan ni una arruga ni ninguna mancha. A mí no me aceptaron 20$ por tener una mancha de tinta en la esquina.
Para conservarlos bien, yo los guardaba dentro de una libreta y una carpeta de plástico. Era todo un ritual pagar el hotel: Sacar la carpeta, abrir la libreta, buscar la página donde están los dólares…
En cuanto al cambio de dinero, si estás en Bangkok, puedes ir a Super Rich, cerca de la embajada. Allí te darán los dólares tal y como los quieren en Myanmar.
Una vez en el país puedes cambiar los dólares o euros (estos íltimos suelen tener mejor cambio) en el aeropuerto de Mandalay o Yangon. En los bancos también es posible cambiar el dinero, pero infórmate bien del cambio, pues cada billete tiene un cambio diferente. Cuanto más grande sea el billete, mejor.
En casi todas partes hay ATM desde donde se puede sacar dinero a cambio de pagar una comisión. Normalmente los viajeros no tenían ningún problema para utilizar la tarjeta en ellos, pero a mí no me aceptaban la tarjeta joven de débito Evo. Sin embargo tuve suerte y abrieron el banco de Kalaw (solo abren de lunes a viernes por la mañana y era viernes por la tarde) para que pudiera cambiar algunos dólares y no quedarme colgada en el pueblo sin ningún kyat. Este es solo un pequeño ejemplo de la amabilidad de la gente de Myanmar.
· Enchufe para viajar a Myanmar
Para conectar los aparatos eléctricos a la corriente necesitarás un enchufe europeo.
· Mejor época para viajar a Myanmar
Myanmar tiene tres estaciones: verano (de marzo a abril), temporada de lluvias (de mayo a octubre) e invierno (de noviembre a febrero). Normalmente Myanmar tiene un clima caluroso durante todo los meses, incluso en lo que ellos llaman «invierno», pero en las zonas montañosas el frío se nota e incluso puede caer alguna nevada.
Normalmente la gente tiene miedo de ir en temporada de lluvias a Myanmar porque creen que el país es intransitable por esas fechas. Es cierto que en algunos pueblos del sur a veces sufren inundaciones y que, en casi todas partes, suele caer una fuerte lluvia cada día que te deja empapada, pero eso no dificulta la movilidad. No tuve ningún problema en mis viajes en bus por el país e incluso el trekking de Kalaw a Inle, aunque fue pasado por agua y el camino estaba embarrado, no fue muy difícil.
La temporada seca (de octubre a marzo)es más popular entre los viajeros, sobre todo entre los turistas que viajan con paquetes organizados, por lo que los precios suben bastante durante esas fechas.
En realidad cualquier fecha me parece buena para viajar a Myanmar, pero si no te molesta mucho la lluvia te recomiendo la temporada de abril a septiembre, para evitar así la temporada alta.
· Vuelos baratos a Myanmar
Aunque Myanmar se está abriendo poco a poco y acepta turistas cada vez con más facilidad, sigue siendo uno de los países más aislados del mundo. Sus fronteras terrestres están cerradas y, aunque hay algunos poros cerca de la frontera con Tailandia y China, pasar por ellos depende de la suerte. A veces están cerrados, a veces no; a veces abren solo unas horas, a veces toda la mañana…
Además, si tienes la suerte de entrar por tierra, una vez dentro del país es difícil llegar a Mandalay o Yangon en autobús, dado que muchas zonas están cerradas para los extranjeros.
La manera más fácil y rápida de viajar a Myanmar es en avión. Desde Bangkok hay vuelos a Mandalay y Yangon. Y desde España, estos son los vuelos más baratos.
· Alojamiento en Myanmar
· Cómo recorrer Myanmar en transporte público
Hay muchos medios de transporte disponibles para recorrer Myanmar. Para los viajeros que quieren llegar a zonas remotas, tienen poco tiempo o un itinerario muy apretado, volar es la mejor opción, pero si prefieres moverte por tierra, estas son las opciones:
Taxi compartido
En Mandalay existe algo parecido a las bemos (mini camiones) de Bandung. Tienen un aspecto parecido a los songthaews tailandeses, pero son más grandes y se dedican a recorrer una zona de la ciudad. Durante su recorrido se van llenando de gente y se paran allí donde les dices que quieres bajarte.
Bus
Moverse en bus por Birmania es facil y, la mayoría de las veces, hasta cómodo. Se pueden comprar los billetes en cualquier agencia de turismo o en el mismo hotel y, en temporada baja, no es necesario reservar.
Normalmente los viajes son por la noche o duran varias horas, por lo que se hacen paradas cada tres horas para ir al lavabo, cenar o desayunar. Aún así, los viajes no se hacen pesados: hay una televisión donde ponen películas americanas (solo en caso de que en el autobús haya mas extranjeros que birmanos) o videos musicales y películas birmanas (sin subtitular). Además, te regalan una botella de agua de medio litro y, a veces, incluso una toallita humeda y cepillo de dientes.
Los horarios son un poco extraños. No es raro que muchas veces llegues a la 1 o 4 de la madrugada a un pueblo, cuando es más complicado encontrar un hotel abierto.
Te recomiendo contrastar los precios del viaje en autobús en diferentes agencias. Hay lugares, como en Hsipaw y Mandalay, en los que no tendrás más remedio que comprar los billetes en tu hotel porque no hay agencias de viaje. Sin embargo, en otros lugares te ahorrarás unos miles de kyats comprándolos en una agencia.
Barco
Este medio de transporte es especialmente recomendable para viajar hacia el norte o para ir de Mandalay a Bagan.
Bicicleta
Los extranjeros tenemos prohibido alquilar motocicletas en Myanmar, por la simple razón de que hay zonas prohibidas para nosotros, y sería fácil colarnos en ellas con una motocicleta. Una manera de tenernos controlados es restringiendo nuestra mobilidad, así que para movernos a nuestro aire por Myanmar, solo es posible alquilando bicicletas (de 1000 a 1500 kyats).
· ¿Es seguro viajar a Myanmar?
Myanmar es un país seguro siempre y cuando respetes las zonas de mobilidad para extranjeros. Hay territorios de Birmania que están en conflicto y, en parte por seguridad y en parte por censura, ningún extranjero sin permiso puede entrar en ellos.
Esas zonas suelen estar fuera de los circuitos de las agencias y de los medios de transporte del país, así que no es peligroso moverte por Birmania por tu cuenta.
Si viajas sola a Myanmar, tampoco tendrás muchos problemas en Myanmar. Yo viajé sola durante 15 días a mi aire, en transporte público y en bici, llegando a veces en plena noche a algunos pueblos y nunca tuve sensación de inseguridad.
Solo te recomiendo estar alerta en las conversaciones con los hombres. Para ellos, las mujeres occidentales somos mujeres «más abiertas», así que la conversación deriva fácilmente en el sexo y puede acabar en insinuaciones. Lo hacen desde la inocencia ya que allí ese tema es un gran tabú. Ninguna situación llegó a abuso ni me sentí acosada. Solo hay que poner un poco de atención y guardar un extra de distancia con ellos para que no haya malas interpretaciones.
En cuanto a la salud, Myanmar es un país pobre con un sistema público de salud muy básico. En caso de enfermedad o accidente deberás recurrir a hospitales y clínicas privadas y como extranjera ese servicio será todavía más caro para ti. Es muy recomendable viajar con un seguro de viajes para ahorrarte complicaciones y viajar tranquila.
Te comparto la ruta que hice por Myanmar durante 15 días para ayudarte a organizar tu viaje:
· Día 1 y 2: Mandalay
Desde la estación de autobuses de Mandalay hasta el centro de la ciudad puedes ir en taxi (habrá muchos acosándote al bajar del bus) pero también tienes la opción de subir a un taxi compartido gratuito. Sísí, lo de gratuito aún me sorprende, pero la verdad es que a mí nadie me pidió nada y no vi a ningún local pagar al conductor.
Nada más salir del autobús, si ves una camioneta blanca en la que se van subiendo los locales, acércate a ella, pregunta si va a Central Mandalay y, si la respuesta es afirmativa, sube. Parará en la calle 31, donde puedes ir caminando hacia tu hotel o en moto-taxi.
En el centro de la ciudad podrás visitar el mercado de la calle 84 y los talleres de esculturas de Buda.
Tampoco te puedes perder la pagoda Mahamuni. Es un templo impresionante en el que hay un buda al que cada dia le van añadiendo hojas de oro.
Sobre el palacio real, me dijeron que la entrada no valía mucho la pena, así que no lo vi por dentro, pero desde fuera se tienen unas buenas vistas.
Una de las excursiones más populares que se hacen desde Mandalay es a las antiguas ciudades dinásticas de Ava, Amarapura (donse se encuentra el famoso puente Ubein) y Sagaing. Puedes llegar a ellas en transporte público, pero entonces te recomiendo añadir un par de días a tu itinerario. Si tienes poco tiempo, puedes hacer este tour desde Mandalay en un solo día.
Para dormir, te recomiendo que elijas la zona cercana al palacio real, desde allí es fácil encontrar alojamiento y llegar a los lugares turísticos de la ciudad.
· Día 3-5: Bagan
Normalmente los autobuses llegan al pueblo de Bagan por la madrugada así que te recomiendo reservar tu alojamiento para que no tengas que esperar en la calle a que abran los hostales al día siguiente.
Alquilar una bicicleta y perderse por los caminos de arena es la mejor manera de ver Bagan. Para mí es imposible recomendar lugares concretos porque cada rincón es especial. Aún así, hay un par de templos que son muy interesantes.
El Templo Ananda. Es uno de los más impresionantes en mi opinión. Además, allí conocí a Daw Hnin Su Htwe, una simpática guía que quería practicar inglés y me explicó la historia y simbología del templo. Este es su telefono por si quieres conocer este templo más a fondo con ella (vale la pena): 09402523483
El Templo Shwesandaw es conocido también como «el templo de la puesta de sol», así que ya te puedes imaginar a que hora se llena de gente. Mi recomendación es que vayas allí a cualquier hora menos en la puesta de sol. Lo encontrarás vacío. A las 5 de la tarde puedes ir a cualquier otra pagoda más pequeña y disfrutar de las vistas sin tanta compañía.
Si quieres llevarte un recuerdo impresionante del atardecer en Bagan, puedes reservar tu excursión en globo y ver los templos como los deben ver los mismos dioses.
· Día 6-9: Trekking a Inle
En Myanmar se pueden hacer infinidad de trekkings, pero yo recomiendo el camino de Kalaw a Inle. Llegar caminando a un paisaje tan especial como Inle es una experiencia que no decepciona, y el paisaje durante el camino, aunque es enfangoso durante la epoca de lluvias, te permite ver los arrozales y a las diferentes etnias que viven y trabajan en ellos.
En el pueblo de Kalaw hay una infinidad de agencias que organizan este trekking con guía. Tómatelo con calma y dedica un día a comparar precios y recorridos. El de dos días suele costar alrededor de 30.000 kyats incluido el transporte en barco por el lago y el traslado de mochilas.
· Día 10 y 11: Inle
El lago Inle es uno de los mejores lugares que ver en Myanmar junto con Bagan, pero no es un lugar solo para alegrarse la vista con el agua cristalina y los campos de arroz, sino también para disfrutar del ritmo animado del pequeño pueblo de Nyaung Shwe, donde también se encuentran la mayoría de alojamientos:
Una buena manera de recorrer los alrededores del lago es alquilando una bicicleta (100 kyats) hasta llegar a Maing Thauk. La llaman la Venecia de Myanmar, y es que para moverte más allá del puente de teca hay que alquilar una barquita.
Para conocer el lago en profundidad, también te recomiendo que te subas a una de las barcas tradicionales que hacen excursiones guiadas por el lago. Hay tours completos que hacen el recorrido típico por las diferentes zonas del lago, pero también hay alguna excursión diferente que llega a zonas menos visitadas, como Sagar.
· Día 12-14: Hsipaw
Este pueblo es famoso entre los turistas por sus trekkings. Se pueden hacer por tu cuenta o contratando un guía. Yo los hice por mi cuenta y las pocas opiniones que oí de viajeros que habian contratado un tour no fueron muy buenas. Si quiere contratar un guía para hacer un trekking de varios días, infórmate bien del recorrido, de las horas de caminata y sobre el alojamiento. Hay que preguntarlo todo y asegurarse de qué está incluido y qué no.
En cuanto al pueblo de Hsipaw, tiene varios lugares interesantes para conocer. El más imprescindible de ellos es el Palacio Shan. Si vas por la mañana, de 7 a 12, la señora Fern te recibirá encantada para explicarte la historia de su familia.
El pequeño Bagan consiste en un pequeño número de pagodas. Si ya has estado en Bagan, not e parecerán espectaculares, pero es un lugar interesante de todas formas.
· Extras
Si tienes más de 15 días de viaje o quieres más ideas de lugares que ver en Myanmar para montarte tu propio itinerario, te recomiendo que hagas un hueco para la antigua capital birmana de Rangún.
Desde ella se pueden conocer lugares como la pagoda Kyaikhtiyo, donde se encuentra la famosa piedra dorada que los budistas birmanos veneran todos los días y la zona de Bago, un yacimiento arqueológico que cuenta con la pagoda más alta de todo el sudeste asiático.
Estos serían los gastos desglosados de un viaje de 15 días a Myanmar para una persona:
- Bus aeropuerto Mandalay ida y vuelta: 0€
- Visado: 23€
GASTOS DIARIOS:
- Transporte: Desde 2€ aprox
- Habitación con baño privado: desde 20€
- Desayuno: 0,50€
- Comida: 1€
- Cerveza: 0,10€
- Cena: 1€
- Total 15 días: 369€
EXCURSIONES (OPCIONAL):
- Trekking Kalaw - Inle: 35€
Durante mi viaje, solo hice el trekking a Inle, pero si quieres ampliar tu recorrido por Myanmar o conocer algunas zonas en más profundidad, estos tours tienen buena pinta:
TOTAL 15 días: 997€*
*Este presupuesto incluye vuelos, visados y seguro. Y le añadiría unos 20€ para propinas y algunos extras.
Estos son los diarios de Birmania que compartí en este blog durante mi viaje a Asia sin billete de vuelta, en el año 2013. No hay tildes ni ñ porque escribía desde cibercafés con teclados que apenas entendía. Sí, estos textos fueron escritos desde la prehistoria de internet.
Myanmar me quita el tiempo para disfrutar de mi regalo
Estos tres dias no he estado en Bangkok. Mi cuerpo duerme en una calle paralela a Khaosan Road y por las noches pasea entre los puestos de comida, entre los vendedores de escorpiones fritos y los falsificadores de documentación. Durante el día también ha podido visitar el palacio real y ha navegado por el río. Pero mi mente ha estado demasiado ocupada previajando por Myanmar para darse cuenta de ello.
Acostumbrada a no planear nada, se esfuerza torpemente para que no se le escapen los detalles de un viaje que parece que no va a ser fácil. Pero comete errores, como presentarse ante la embajada sin los bahts suficientes para el visado. Y se ofusca porqué no encuentra hostales baratos para la primera noche en Mandalay. Se asusta leyendo comentarios sobre las «terribles» experiencias de viajeros que no han conseguido habitaciones en Myanmar; y se escandaliza cuando la señora india de la agencia de viajes solo encuentra un hotel por 30$ disponible en Mandalay.
Los problemas para encontrar dólares nuevos, sin manchas ni pliegues, la mantienen ocupada. «No tenemos dólares» le dice un banco. «Tenemos dólares pero no los que quiere Myanmar» le dice otro. Y así va paseando de banco en banco hasta que uno le da la solución: «Ve a SuperRich». Y por fin consigue dólares nuevos que, a partir de ahora, deberá conservar como si fueran su propia vida.
Pensar que durante quince días le tocará cuidar de 20 trozos de papel estampado como si fueran sus bebés le vuelve medio loca, pero recupera la cordura al leer un cartel de camino a la embajada de Myanmar (el único camino que no necesita consultar en el mapa): «El pasado es historia. El futuro es un misterio. El presente es un regalo».
De repente se da cuenta que ha estado dos días preocupándose de un misterio. Y se ha olvidado de desenvolver el regalo que se le presentó el 29 de junio a las 6 de la mañana, cuando su cuerpo puso los pies en Khaosan road, pero ella ya estaba preguntándose cómo llegar a la embajada de Myanmar.
Sus ojos han visto templos, turistas borrachos, masagistas en cada esquina, mercados que venden cualquier cosa que puedas imaginar, la montaña dorada al anochecer… Y ella no les ha prestado atención.
Ya ha llegado la hora de quitarle el envoltorio a Bangkok, de fijarse en el monge que, con una botella de Coca Cola en la mano, regatea el precio de una medallita en el mercado. Y de maravillarse con la forma de los tejados, el brillo de los templos; con el atardecer en el río. Hoy el regalo es Bangkok. El 3 de agosto lo será Myanmar.
Mingalaba Myanmar!
Tengo que reconocerlo: llegue a Myanmar con un poco de miedo. Los comentarios sobre experiencias dificiles con el alojamiento (que si es caro, que si hay que reservar, que si no hay suficientes habitaciones…), sobre el tiempo en epoca de lluvias (que si no para de llover, que si es dificil moverse a causa de las inundaciones…), sobre la comida (que si es mala, que si le ponen una pasta de pescado a todo…) y sobre el transporte (que si las carreteras estan en mal estado, que si los autobuses son aun peor, que si hay que reservar con antelacion…) me ayudaron a dibujar una imagen mental de Myanmar no muy accesible para los viajeros.
Parecia que todo aquel que entrara en el pais estaba abandonado a la mano de Dios. Pero no conocia a nadie que hubiera salido decepcionado de alli, asi que decidi aceptar el reto.
Llegue al aeropuerto de Mandalay el 3 de agosto a la 1 del mediodia y a la salida nos esperaba un autocar gratuito que llevaria a los pasajeros del unico avion que habia aterrado en el aeropuerto hasta el centro de la ciudad. No parecia muy dificil, por el momento, moverse por Myanmar.
Al llegar a Mandalay, fue facil orientarse en unas calles numeradas con logica y formando un entramado cuadricular en el que, incluso para mi, era dificil perderse. En unos minutos ya habia encontrado mi hotel y, por el camino, habia conocido a Ofelia, una chica de Taiwan que habia perdido 400 dolares. Ahora solo tenia 100 dolares para pasar 20 dias en Myanmar. Ella si que lo tenia complicado.
Quise comprobar si los rumores que corren por internet son ciertos, asi que recorri algunas calles preguntando en los hoteles por el precio de las habitaciones y si les quedaba alguna libre. La mas barata costaba 10 dolares y en todas quedaban habitaciones libres, incluso en aquellos hoteles que aparecen en la Lonely Planet.
Un poco mas tranquila al comprobar que, de ahora en adelante, no seria necesario preocuparme por el alojamiento en Myanmar, se me abrio el apetito. Con Ofelia nos sentamos en unos minusculos taburetes en la calle y, mientras la cocinera y los demas clientes locales nos observaban curiosos, nosotras ibamos deborando todo aquello que nos servian: arroz hervido, huevo frito, sopa, ensalada macerada con vinagre y chile y tambien la horrenda pasta de pescado con chile. Es cierto, no tiene un gusto agradable, pero siempre la sirven aparte, asi que es tu decision anadirla al arroz. Todo lo demas lo comimos con mucho gusto.
Con el estomago satisfecho, fui a dar una vuelta por las calles de Mandalay. Como en muchas ciudades de Java, no habia aceras, ni pasos de peatones, ni semaforos; y como en todo el Sudeste Asiatico, la gente hacia vida en la calle.
Durante el paseo me parecio volver a Indonesia. La gente me miraba y, los menos timidos, me saludaban: «Hello! Mingalaba!» con una gran sonrisa que mostraba unos dientes manchados de rojo por el betel. Hacia un calor insoportable y la lluvia solo aparecio timidamente al atardecer. No parecia que el tiempo fuera a complicar el viaje.
Mandalay me gusto. Era una ciudad con un trafico animado, sin llegar al exceso de Jakarta o Bangkok y, aunque las atracciones turisticas no eran demasiadas, me diverti observando la vida cotidiana de los birmanos: el mercado, las plegarias en los templos, la television en los restaurantes, los telefonos en medio de la calle, los taxistas, los ninos, la piel adornada con thanahka. Todo era nuevo y diferente. Myanmar habia comenzado a atraparme y queria conocer mas lugares. Queria viajar al norte, al oeste. Por que no al sur? Pero me decidi por un lugar mas cercano y asequible: Bagan.
Ese mismo dia le comente mi deseo a la recepcionista del hotel y, despues de pagar 10.000 kyats, ya tenia un billete de bus reservado. Al dia siguiente estaria en Bagan y no habia sido muy complicado conseguir un asiento. Myanmar parecia el pais de Asia mas facil para viajar, y a medida que fueran pasando los dias, llegaria a creer que incluso era el pais mas bello del mundo.
De bruces con la hospitalidad Birmana
Tobias Schneebaum cuenta en su libro, El hombre salvaje, como conocio a un brahman en India con el que tuvo una breve y extrana relacion. Despues de pasar unas noches juntos, Schneebaum comenzo a sentirse fuertemente atraido por el brahman, y parecia que era correspondido, hasta que las insistencias de que le regalara una medalla que vendia su amigo y de que le invitara a viajar con el por India le hicieron sospechar algo que acabo entendiendo cuando descubrio que el chico ya habia mantenido una relacion con otro extranjero, y que este aun seguia escribiendole y mandandole dinero.
Tobias Schneebaum cuenta como esta relacion le descubrio que habia un abismo cultural insalvable entre el y el joven brahman. Quizas, para decepcion de Schneebaum, el americano solo era una fuente de dinero para el indio. Quizas era mas complicado, y entre las razones de ese abismo estaba el desconocimiento entre ambas culturas.
Cuando lei esta anecdota no entendi lo que Schneebaum queria decir. Para mi resultaba claro que el chico habia querido aprovecharse economicamente de el. Sin embargo, despues de mi experiencia en Bagan, estoy un poco mas cerca de entender lo que sintio.
Todo empezo en una estupa de Bagan, donde conoci a una nina llamada Pipi. Parecia estar vendiendo algo cerca de la estupa, pero cuando se acerco a mi no me ofrecio nada. «Como te llamas? De donde eres? Viajas sola? Quieres que te presente a mi madre?» «Aqui esta», pense. «Me va a llevar a una tienda de recuerdos». Pero la nina me habia caido bien, asi que acepte, aunque luego tuviera que inventarme mil excusas para no comprar una estatuilla de buda.
Mientras pensaba en algun pretexto para no acabar con la mochila llena de objetos bonitos pero inutiles, Pipi y yo ya habiamos llegado a su casa, donde se encontraba su madre dando el pecho a su bebe recien nacido y el padre comia el arroz que le servia la abuela. Era una casa construida sobre unos finos muros de palmera y bambu. Solo habia tres espacios bien definidos, aunque sin llegar a estar separados por paredes, y nosotros nos sentamos en el recibidor, donde habia un televisor que, de vez en cuando, congelaba la imagen y Pipi se tenia que levantar para darle unos golpecitos.
Me ofrecieron comida y, mientras llegaban algunos vecinos para verme y hacerme las preguntas de cortesia: «¿Como te llamas? ¿De donde eres? ¿Viajas sola?», se aseguraban de que los huevos en salsa de tomate y chile eran de mi gusto, de que el pescado no estuviera demasiado frio y de que comiera una de las pinas mas dulces que nunca he probado.
Aunque lo esperaba, en ningun momento me ofrecieron pinturas, ni telas, ni tours por Bagan. Todo parecia un simple intercambio de curiosidades: la suya por mi aspecto, mi pais y mi viaje; y la mia por su thanahka, su casa, su familia y su pueblo.
Despues de ese momento familiar, Pipi me enseno algunas estupas de alrededor, y en una de ellas se sento para ensenarme unos dibujitos hechos por ella misma: «Mil kyats los cuatro». El momento habia llegado, y me habia sorprendido cuando ya habia bajado la guardia. No habia preparado ninguna excusa y me parecia de mal gusto decirle que no tenia dinero a una nina cuya familia me habia dado de comer. Por otro lado, me entristecia descubrir que todo habia sido para conseguir vender unos dibujitos. Y debatiendome entre si debia comprar los dibujos y fomentar asi ese comportamiento en la nina, y entre la verguenza de negarle unos kyats a alguien que me habia abierto las puertas de su casa, acabe pagando 200 kyats por un dibujo.
Esa experiencia, que parecia ser pura hospitalidad birmana, me dejo una sensacion extrana al final del dia. De repente me acorde de ese abismo al que se referia Schneebaum en su libro y, aunque al principio crei que ese abismo se llamaba dinero (el que ellos creen que tengo y el que a ellos les falta), me parecio que era mucho mas complicado que eso.
Seguramente la familia me ofrecio el arroz y las bananas sin exigir nada a cambio, y cuando los vecinos vinieron a verme no vieron a una occidental con dólares. Quizas Bagan, donde en cada templo hay chicos intentando forzar a los turistas a comprar algun recuerdo, se esta pudriendo por unos dolares, pero no Pipi. Quizas ella solo es una nina jugando a ganar dinero, como yo cuando de niña vendia piedritas en el camping a los turistas alemanes.
Viajando sin prisas
En Mandalay estuve dos dias, pero no visite los alrededores. En esos dias solo pasee por la ciudad, aprendi a moverme por ella y memorice las calles cercanas a mi hotel. Cuando comentaba esto a otros viajeros me miraban extranados y, de repente, me sentia culpable. Solo tengo 16 dias para viajar por Myanmar y yo los desperdicio pasando dos en Mandalay? No deberia aprovechar para ver otros lugares mas interesantes? Me estare perdiendo algo importante?
Pero en el fondo no me tomo ninguna de estas preguntas en serio y el sentimiento de culpabilidad se fue tan rapido como habia llegado. Me gusta demasiado viajar sin prisas y con el tiempo suficiente para empaparme del lugar. No solo ver paisajes bonitos y aquellos «lugares que no te puedes perder», sino observar la vida cotidiana de la gente y conocer como se mueve una ciudad o un pueblo segun las diferentes horas del dia. Por ello, aunque solo tenia 16 dias para viajar por un pais tan grande como Myanmar, decidi llegar a Inle de la forma mas lenta posible: caminando.
Y despues de dos dias caminando desde Kalaw, no me molesto que la lluvia torrencial me obligara a quedarme un dia mas en Inle. Tampoco tuve prisa para recorrer en dos dias de bicicleta lo que normalmente la gente hace en uno.
Llegar caminando a Inle me permitio aprehender un paisaje nuevo: sus plantas, sus etnias, el barro pegajoso, el frio por la noche y la lluvia constante por la manana. Llegar caminando a Inle hizo que las aguas del lago me parecieran aun mas cristalinas, y que los movimientos pausados de los pescadores me parecieran una danza perfecta. Como me iba a importar que la lluvia torrencial me mantuviera atrapada un dia mas en este paisaje?
Mi plan para llegar a Mandalay dos dias antes del dia de partida para ver sus alrededores se habia truncado. Tenia que ir a Hsipaw y me negaba a visitar el pueblo en un dia y hacer alguna caminata corta para llegar a Mandalay y cumplir con mi plan. No iba a viajar 15 horas en bus para visitar Hsipaw con prisas.
Quizas en este viaje me he perdido el puente de teca, Yangon, la roca dorada y las antiguas capitales; pero a cambio se como se enfangan en agosto los caminos que llevan a Inle, he seguido la rutina del pequeno pueblo de Nyaung Shwe, he paseado por uno de los mercados mas grandes de Myanmar sin encontrarme a otros extranjeros y he disfrutado con la combinacion de colores de los vistosos panuelos de las mujeres trabajando en el campo.
Ha sido una perfecta introduccion a Myanmar. El puente de teca y las antiguas capitales estaran alli cuando vuelva.
En Myanmar los cuentos de hadas no tienen final feliz
Cuando vi en el mapa las palabras «palacio Shan», pense que quizas Hsipaw era algo mas que sus trekkings, sus campos de arroz y sus poblados. Quizas el lugar era mas importante de lo que creia, por lo menos para los Shan. El nombre «palacio Shan» me evocaba la imagen de un gran edificio con un tejado puntiagudo, colorido y brillante. Una version pequena del palacio real de Bangkok, pero nada de eso me encontre despues de diez minutos caminando bajo un sol abrasador.
En lugar de un edificio suntuoso, recargado con detalles dorados y con un gran tejado al estilo tradicional, me encontre con una mansion europea. Parecia la casa de un colono ingles que habia decidido traer la arquitectura de su pais a un pequeno pueblo de Birmania. Decepcionada pero con la esperanza de que esa fuera una casa cualquiera y que unos pasos mas alla apareciera, esplendoroso, el palacio shan, continue caminando hasta encontrarme con una senora risuena que, muy educadamente, me invito a mi y a otros dos extrangeros a visitar su palacio.

El recibidor no parecia el propio de una casa real. Era un lugar acogedor a medio camino de un hogar y un museo. Sobre los muebles habia un sinfin de fotografias expuestas de forma ordenada, y delante de ellas se encontraban unas sillas en las que Sao Sarm Hpong (de ahora en adelante llamada por su apodo ingles: senora Fern) nos invito a sentarnos. Parecia una reunion informal entre cuatro personas que acababan de conocerse, pero en realidad eramos tres extranjeros delante de un miembro de la familia real Shan.
La senora Fern es la esposa del senor Donald (Sao Oo Kya), sobrino del principe de Hsipaw. Ella y su marido son los unicos habitantes de la casa. La han cuidado desde que los principes abandonaron Hsipaw, y se han encargado de que ella y su historia no acabaran en ruinas invitando a los extranjeros a tomar el te en su salon. El gobierno no vio con buenos ojos que el matrimonio tratara con viajeros occidentales y les prohibio recibir viajeros si no conseguian el permiso de hotel o de agencia turistica. Su casa no era ni lo uno ni lo otro, asi que se vieron obligados a cerrar sus puertas.
Despues de un largo silencio, tras la aparente apertura del gobierno y la liberacion de Aung San Suu Kyi, pudieron volver a abrir sus puertas a extranjeros. Y alli estabamos nosotros, una chica de Barcelona, un abogado de Bolona y un estudiante de Dinamarca escuchando la historia de la princesa Sao Thusandi.
Sao Kya Seng no estaba destinado a ser el principe de Hsipaw, pues era el sobrino menor del principe Shan, pero este murio sin hijos, trasladando asi la soberania del pueblo shan a la descendencia de su hermano y convirtiéndolo a él en el nuevo soberano de los Shan. Asi fue como Sao Kya Seng se convirtio en principe y se traslado al palacio que su tio habia mandado construir con materiales importados de Europa, despues de que el antiguo palacio fuera bombardeado por los japoneses (ese si que era el palacio que habia imaginado).
Antes de ejercer su papel de principe, Sao Kya Seng se formo en Estados Unidos, donde se enamoro de una estudiante de intercambio austriaca llamada Inge. El amor llevo a que una joven europea que seguramente no tenia mas preocupaciones que estudiar y divertirse, acabara convirtiendose en la princesa de los Shan. La vida para Inge podria haber sido facil si se hubiera vuelto a Europa con su familia. Quizas habria sido menos dolorosa si no se hubiera unido a un pais condenado a una de las dictaduras mas ferreas.
Despues de la independencia de Birmania, parecia que el pais iba a tener una historia de progreso y democracia. A pesar de las nombrosas etnias, el sistema democratico comenzaba a funcionar y el principe de Hsipaw representaba al pueblo Shan en el parlamento. Sin embargo, el sistema pronto demostro sus limites y Sao Kya Seng comenzo a expresar sus deseos de obtener mas autonomia para su pueblo. Un sistema federal para Myanmar le parecia lo mas adecuado.
Pero el golpe de estado del general Ne Win se encargo de silenciar sus ideas de emancipacion y, al mismo tiempo, de truncar su vida tranquila y familiar al lado de su mujer y sus dos hijas. El cuento de hadas que Inge parecia haber hecho realidad llego a su fin de forma tragica con el secuestro y encarcelamiento de su marido. Gracias a su pasaporte austriaco, ni ella ni sus hijas siguieron el destino del principe. Tenian un lugar al que huir.
La casa no quedo vacia. De ella se ocuparon Donald y su mujer. En ella han vivido hasta el dia de hoy, y lo seguiran haciendo hasta que la princesa o sus hijas decidan volver. Cuando se le pregunta a la senora Fern si alguna de ellas ha mostrado deseos de volver al palacio, su respuesta es firme: «No». Aunque es dificil que la senora Fern sepa lo que la princesa desea realmente, dado que tienen prohibido mantener el contacto, sabe que Sao Thusandi ha vuelto a Colorado para volver a ser Inge. Esta vez quiere vivir apaciblemente al lado de su marido americano. Ha trabajado de profesora, sus hijas se han criado en Estados Unidos y, aunque las tres escriben anualmente al gobierno para saber el paradero de su padre y marido, las tres saben que la respuesta «se encuentra desaparecido» es un eufemismo.
Quieren oir la verdad aunque sea amarga, e Inge no volvera a visitar a su pueblo hasta que la Junta Militar que asesino a su marido tenga el valor de reconocerlo. Sus hijas han visitado su antiguo hogar y el que fue su pais durante su infancia, pero los recuerdos son dolorosos. En Colorado han sido mas felices.
Entonces hay una pregunta que me inquieta: que pasara con el palacio cuando el senor Donald y la senora Fern ya no esten alli para ocuparse de el? Quien abrira sus puertas cada manana y contara su historia? Pero estoy convencida de que un pueblo que se rie de la bandera de Myanmar, que tiene los mismos colores que la bandera Shan pero sustituyendo la luna por una gran estrella, preguntando con sorna: «que es mas grande la luna o una estrella?», seguro que encuentra una respuesta.
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Hola Irene muy completo tus consejos y magnificas tus fotografias muy proximo estare por ahi. tu informacion me sera de mucha utilidad. Gracias
Tour Valparaiso
Gracias por pasarte por aquí y dejar un comentario. Seguro que disfrutas mucho del viaje.
¡Abrazos!
Hola Irene!
Acabo de descubrir tu blog, y no puedo dejar de leerlo.. es genial! y me emociona como lo explicas todo.
Yo estoy organizando ahora un viaje con mi pareja a Myanmar, iremos 17 días en Abril, las fechas las escogimos un poco por la disponibilidad en los trabajos y unos precios muy buenos que encontramos para volar en esos días… pero leyendo sobre el país, veo que desaconsejan este mes en algunos blogs, por el excesivo calor. Ahora no sé qué hacer… si anular los billetes directamente por qué estar allí va a ser un infierno, elegir otro destino, o quizá acortar la estancia en Myanmar y pasar los últimos días en alguna playa de Tailandia…
¿Tú que me aconsejarías?
Mil gracias por tu blog!
Marta
¡Hola Marta! Bienvenida por aquí 🙂
Sobre Myanmar no puedo darte una respuesta objetiva porque adoro ese país y volvería a visitarlo aunque fuera a 40 grados en la sombra. Yo lo visité en agosto y, aunque hacía calor, no recuerdo haberlo pasado muy mal, aunque te confieso que yo tolero muy bien el calor. No sé si en abril será tan caluroso como lo pintan, pero yo te recomedaría ir si tienes la oportunidad. Myanmar enamora.
Si el calor te asusta mucho, siempre tienes la oportunidad de escaparte a alguna playa de Myanmmar, que las hay y dicen que son muy bonitas.
Espero haber calmado tus inquietudes y que, si al final te animas a ir, disfrutes del país aunque estés a pynto de derritirte 😉
¡Un abrazo!
Muchas gracias por responder tan rápido. Al final sí parece que va a ser nuestro destino elegido.
Espero que sigas mucho tiempo viajando y contándonoslo en el blog…
Un abrazo!
Hola Irene!
Geniales tus consejos para viajar a Myanmar.
Nosotros somos un grupo de 3 parejas que viajará este mismo Septiembre para pasar 22 días recorriendo el país.
Tengo 2 consultas que realizarte :
– En los hoteles que tu estuviste, solía haber habitaciones grandes para 6 personas?
Suelen tener las habitaciones baño privado?
– Y otra duda que tengo es el calzado a llevar. He leído que recomiendas llevar botas de montaña. Tan necesarias crees que son? Es un peso que queríamos evitar llevar. En principio solo queremos hacer un treking, el de Kalaw a Inle…. pero claro, nunca sabes en este tipo de viajes que acabaras haciendo, disfrutando de esa sensación de no llevar nada marcado y dejar el reloj de lado.
Buenísimo tu blog!
Gracias!
Raúl 😉
Hola Raúl! Gracias por pasarte por aquí.
Aquí van mis respuestas:
– Solo me alojé en habitaciones dobles (algunas con baño, otras no) y no encontré ningún dormitorio (aunque me han dicho que de haberlos haylos), pero conocí a un grupo de seis coreanos que se alojaban en Inle lake en una habitación de tres camas dobles. Aunque la oferta de alojamientos en Myanmar no es muy grande, el turismo está creciendo a un ritmo agigantado, así que seguro que si buscáis, algo encontráis.
– Si queréis hacer el trekking de Kalaw a Inle me parece que es un calzado MUY necesario. Quizás es por la época en el que lo hice (agosto), pero más de la mitad del camino era barro. Si queréis caminar sin complicaciones, yo llevaría unas botas de montaña, aunque tampoco deben ser el último modelo ni muy pesadas. Con que protejan del barro es suficiente 😉
Espero haberte ayudado.
¡Buen viaje!
Muchas gracias por la respuesta Irene. Si que me has ayudado!
Aunque he de decir, que para el calzado, creo que estaré dudando hasta el ultimo dia antes de salir!!! Quizas dependa de lo que quepa en la mochila y si el peso es el adecuado… mi Quechua dirá si las quiere dentro o no!!! 😉
Para tranquilizarte te diré que algunos de mis compañeros de trekking calzaban sandalias ¡y uno incluso se atrevió a hacerlo con unas crocs! Si al final las botas no te caben tampoco es tan grave 😉
Este verano viajo a Myanmar. Es uno de los pocos países del Sudeste asiático que me quedan por visitar. Dicen que es de los más caros de la zona. recomiendas reservar por internet o directamente al llegar al país?
Si viajas en temporada baja no reserves nada. Yo solo reservé por internet el primer hotel, en Mandalay, y me arrepiento de haberlo hecho. En realidad, no es difícil encontrar habitación y siempre será más barato si no la reservas. Incluso puedes regatear. El alojamiento en Myanmar no es barato comparado con sus vecinos, los precios rondan los 6 o 10$ , los precios de las entradas turísticas son un robo y el transporte tampoco es una ganga, pero por menos de un euro, en los puestos callejeros, tienes una buena comida.
Disfruta muchjo de Myanmar. Uno de mis lugares favoritos en el mundo.
Hola Irene, acabo de descubrir el diaria del teu viatge.
Aquest estiu anirem el meu marit i jo.
Et va agradar molt? creus que val la pena el viatge?
Moltes gràcies per compartir les teves experiències.
Val moltíssim la pena. Myanmar és un dels països que més m’ha marcat del viatge i espero tornar-hi algun dia.
Espero que disfruteu del viatge tant com jo ho vaig fer.
Moltes gracies per compartir tota aquesta informacio!!! Nenaaa, com t’ho has currat!!!
Dissabte 16 Nov arribo a Mandalay, ja t’explicare!!!
Una abracada,
Cris
De res! M’alegro que sigui útil. ¡Bon viatge! Segur que t’encanta Myanmmar.
M’han vingut ganes d’anar-hi.