Bienvenidos al Gran Teatro de Cuba. A continuación les vamos a ofrecer una obra basada en hechos reales. Acomódense en sus butacas y recuerden desconectar sus celulares. Gracias.
ZIKA[su_divider top=»no» divider_color=»#dfc566″][/su_divider]
ACTO I
[su_note note_color=»#ffffff» text_color=»#5b5a5a»]PERSONAJES:
Marina: Enferma
Gilberto: Marido de Marina
Irene: Hermana de Marina
Cristina: Amiga de Marina
Enfermera A: Enfermera encargada del policlínico de Guanabacoa
Enfermera B: Enfermera encargada del turno de noche en el hospital IPK
Médico A: Encargada del turno de guardia del hospital IPK
Facturadora A: Encargada del área de facturación del hopital IPK
Chofer: Conductor de la ambulancia
Vendedora: Dependienta de la farmacia de Guanabacoa.
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Escena 1
Sala de espera del policlínico de Guanabacoa. Hay tres paredes blancas y cuatro hileras de sillas de plástico muy incómodas. La mayoría están rotas. La luz del sol entra por una gran ventana. Marina, Gilberto, Irene y Cristina esperan sentados en las sillas. La Enfermera A entra y ve a Marina.
Enfermera A: Ui, ¡esto parece una infección! Voy a llamar para ver dónde te envío.
La Enfermera A sale de la escena. Una hora después aparece la Enfermera A.
Enfermera A: Dentro de un rato llegará una ambulancia para llevarte al hospital IPK. Allí están especializados en infecciones y atienden a extranjeros.
Desaparece la Enfermera A de la escena. Tres horas después aparece la Enfermera A. Poco a poco la luz del sol deja de entrar por la gran ventana y se encienden dos grandes lámparas de luz fluorescente.
Enfermera A: Me acaban de decir que ya hay suficientes enfermos para que la ambulancia comience el viaje. En un ratito tiene que pasar.
La Enfermera A sale de la escena. Dos horas más tarde aparece la Enfermera A.
Enfermera A: He llamado cuatro veces y me dicen que no saben dónde está la ambulancia.
La Enfermera A sale de la escena. Una hora más tarde aparece la Enfermera A.
Enfermera A: Parece que la ambulancia nunca salió. Van a enviar otra.
La Enfermera A sale de escena y dos horas más tarde llega la ambulancia.
Escena 2
Interior de la ambulancia. Hay un par de goteras y una camilla que se desplaza por la parte trasera cada vez que el Chofer encara una curva. Marina y Gilberto se sientan al lado del Chofer. Irene y Cristina están en la parte trasera aguantando con sus pies los movimientos de la camilla.
Chofer: Yo pasé por aquí a las seis de la tarde.
Marina: ¿Cómo? Yo llevo aquí desde las cinco… ¡Hemos estado esperando ocho horas!
Chofer: Pues a las seis yo pasé por aquí delante. No sé.
Escena 3
Pasillo del área de extranjeros del hospital IPK. Hay tres paredes blancas. No hay sillas. Una gran luz fluorescente ilumina el escenario. Marina, Gilberto, Irene, Cristina y el Chofer caminan buscando a alguien que les atienda. Entra la Enfermera B.
Enfermera B: ¿Hola?
Chofer: Buenas noches. Traigo a esta paciente del policlínico de Guanabacoa.
El Chofer entrega un papel garabateado a la Enfermera B.
Enfermera B: Está bien. Deben pasar primero por facturación.
La Facturadora los recibe detrás de su escritorio.
Facturadora: ¿Díganme?
Marina: Esta mañana me he despertado con un picazón horrible. Estoy llena de granitos y fui al policlínico para que me calmaran el picazón. Dicen que es una infección.
Facturadora: Está bien. ¿Tiene seguro?
Marina: Sí. Estas son las tarjetas de mi seguro. Tengo esta y esta.
Facturadora: Hum… Los seguros son de Europa. Estos seguros europeos ya me los conozco yo… Estos tardan mucho en pagar. Debería asegurarme que podrá pagar el servicio médico usted y luego puede encargarse de reclamar la factura a su seguro.
Marina: ¿Cómo? ¿Y para qué tengo yo un seguro? Hace poco renové el visado y ¡sin seguro no dejan renovarlo! Estos seguros sirven. ¿Por qué no los aceptan? ¡Tengo dos, mire!
Facturadora: No veo claro estas tarjetas. ¿No tiene nada más?
Marina: A ver, estas son las tarjetas de dos seguros diferentes. Cualquiera de ellos va a pagar la consulta…
Gilberto: ¡Yo hablé con la aseguradora esta mañana y me aseguraron que cubrirían los gastos!
La Facturadora vuelve a mirar las tarjetas.
Facturadora: Es que no sé… Esto no me da confianza.
Enfermera B: Si no lo ves claro no te mojes.
Facturadora: ¿No podrías hacerte cargo de la consulta? Son 30 CUC.
Marina: No llevo dinero encima y con tarjeta no voy a pagar. En Cuba cobran comisiones muy altas por pagr con tarjetas. ¿No van a atenderme teniendo seguro?
Facturadora: Pero entiéndeme, yo esto no lo veo claro y no puedo arriesgarme a que la atiendan con esto.
Irene: ¿Pero entonces ella se tiene que joder? ¿La vais a enviar a casa así?
Facturadora: A ver, aquí nadie se tiene que joder. Así no es la cosa. Yo no puedo arriesgarme a aceptar estos seguros si no los veo claro. Entonces hay que adelantar el dinero de la consulta y en…
Marina rompe a llorar. Irene la abraza y aparece una mujer con una bata blanca.
Médico: ¿Qué sucede?
Facturadora: Mira, esta paciente llegó con esta documentacion que yo no veo clara.
La Médico revisa los papeles.
Médico: Ya. Esto no…
Marina se echa a llorar otra vez.
Gilberto: ¿Llevamos desde las cinco de la tarde esperando una ambulancia en Guanabacoa y ahora aquí no nos quieren atender? ¡Esto es una falta de respeto!
Médico: A ver (Mira la piel de Marina). Esto es vírico. Puede ser de un mosquito. Este medicamento te aliviará la picazón (escribe unos garabatos en un papel), pero necesitarás hacerte un análisis de sangre para ver si el virus sigue dentro.
Facturacion: Podemos ingresarte si mañana nos aseguras que nos traes el resto de papeles que expliquen tu seguro médico mejor.
Marina: Bueno, en esta tarjeta está el número de la aseguradora, pero nos robaron el móvil…
Cristina: Llama desde mi móvil.
Voz en off: «Este número no existe.»
Marina: Da error…
Facturadora: Bueno, entonces no…
Chofer: Oigan, Tengo que recoger otros pacientes. Los puedo llevar a Guanabacoa o ¿van a quedarse?
Escena 4
Volvemos al escenario de la ambulancia y los personajes se distribuyen del mismo modo que en la Escena 2. Marina rompe a llorar otra vez.
Chofer: ¿Por qué lloras? Ya pasó… Tienes la receta. ¿Quieres un puro? Todo se pasa mejor con un purito.
Marina: No fumo.
Chofer: ¿Y una cerveza? ¿Tampoco bebes?
Marina se ríe y niega con la cabeza.
Chofer: ¿Tú tampoco?
Gilberto: No, gracias.
Tres cuartos de hora más tarde llegan a Guanabacoa.
Chofer: ¿Dónde está la farmacia? Os puedo dejar allí.
Gilberto: Creo que es en la siguiente esquina a la derecha, cerca del mercado.
Chofer: ¿Aquí?
Gilberto: A ver… Sí, aquí. ¡Gracias! (Mirando hacia atrás, donde están Irene y Cristina durmiendo). ¡És aquí!
Escena 5
El escenario está oscuro, excepto un rincón iluminado por una farola con la luz muy débil.
Gilberto: ¡Hola!
Nadie responde
Gilberto: ¿Hola?
Gilberto golpea la puerta
Gilberto: ¿Está abierto?
Se oyen unos pasos y aparece la Vendedora en escena. Responde con un gruñido.
Vendedora: Heerh.
Gilberto: Disculpe, ¿está abierta la farmacia?
Vendedora: Hum.
Gilberto: Disculpe, necesitamos esto.
Gilberto le da el papelito garabateado a la Vendedora. Ella lo mira y arrastra los pies hasta las estanterías.
Gilberto: Gracias. Son 20 pesos, ¿no?
Vendedora: Hum.
ACTO II
[su_note note_color=»#ffffff» text_color=»#5b5a5a»]PERSONAJES:
Marina
Cristina
Gilberto
Enfermera C
Enfermera D
Facturadora B
Médico B
Portero[/su_note]
Escena 1
Casa de la familia Suárez. Tres paredes pintadas de azul con retratos familiares. En un rincón hay figuras de San Lázaro y muñecas acompañadas de vasos de agua y naipes.
Enfermera C (gritando): ¿Hola? ¿Antonio Suárez?
Marina: Hola…
Enfermera C: Buenos días. ¿Es usted la enferma?
Marina: Sí…
Enfermera C: Nos ha llegado una alarma de zika y tenemos que revisar la casa. Tenemos que comprobar que no hay mosquitos.
Marina: Claro.
Enfermera C pasea por el escenario junto con dos acompañantes uniformados.
Enfermera C: Bueno, parece que todo está bien. (Mira la piel de Marina). Tienes que hacerte un análisis, pero yo creo que lo que tú tienes es una intoxicación.
La Enfermera C y sus ayudantes salen del escenario. Marina y Cristina recogen sus cosas y salen a buscar a Gilberto para ir al hospital a hacerse el dichoso análisis de sangre.
Escena 2
El escenario vuelve a cubrirse de tres paredes blancas. La luz del sol entra por varias ventanas. Hay sillas de plástico y mucho movimiento de médicos y pacientes esperando. Hay tres personas ensangrentadas y una se queja de dolor pidiendo morfina.
Gilberto: Hola.
Enfermera D: ¡Hola! Díganme.
Gilberto: Mi esposa lleva así dos días y dicen que puede ser un virus. Venimos porque nos dijeron que hay que hacerle un análisis de sangre.
Enfermera D: Claro. ¿Tiene seguro médico?
Marina: Sí. Hablamos con el seguro y nos dijeron que ya hablaron con Asistur par que viniéramos aquí a que me viera un médico.
Enfermera D: Es que Asistur se quedó sin luz. Hace días que no tienen acceso a los correos. Por eso su incidencia no nos ha sido notificada… Deberían pagar ustedes los gastos médicos y luego reclamar a su seguro.
Marina: Pero que Asistur se quede sin luz no es nuestro problema. El seguro nos dijo…
Enfermera D: Ya, pero entiéndanme… Nosotros no tenemos manera de comprobar vuestro seguro médico.
Gilberto: ¿Pero entonces la van a dejar así?
Enfermera D: Nosotros no dejamos a nadie sin atender, sea cubano o extranjero, pero alguien tiene que pagar los gastos.
Gilberto: (Gritando) ¡Pero ya hablamos con el seguro! Si Asistur se quedó con electricidad y nosotros no podemos pagar la consulta, ¿la vais a enviar a casa así?
Portero: Oiga, usted es cubano… Sabe que no debe gritar en el hospital, por favor.
Gilberto: ¿Pero cree que esto es normal?
Portero: No, si les entiendo, veo estos casos cada día.
Gilberto: ¡Es que esto no puede ser normal! ¡Es una falta de respeto! ¿Cómo la van a dejar así?
Enfermera D: Está bien. Acompáñame.
Marina sale del escenario acompañada de la Enfermera D y Gilberto y Cristina esperan junto a la paciente que sigue quejándose de dolor. Unos minutos más tarde reaparece Marina junto a un médico.
Médico B: No es una intoxicación. Es un virus. Podría ser zika. ¿Estás embarazada?
Marina: No.
Médico B: Deberías confirmarlo con un análisis, pero parece que es zika. No te preocupes. Mañana deberías tener menos granitos. Luego puede que se te hinchen los dedos. No es peligroso, pero uno de cada diez casos acaba en parálisis. No te preocupes, no es mortal. Si se confirmara que es zika, tu marido debe hacerse otra analítica.
Marina, Gilberto y Cristina están apunto de salir de escena, pero reaparece la Enfermera D.
Enfermera D: ¡Oigan! La factura son 75 CUC.
Gilberto: No tenemos ese dinero.
Enfermera D: Entonces necesitamos una prueba de que van a pagar. ¿Tienes pasaporte?
Marina: Sí, ¡pero no podéis quedaros con mi pasaporte!
Enfermera D: Está bien… pero te queda una deuda. Sin pago no podemos ingresarte. Ponte en contacto con tu seguro médico otra vez para que te atiendan en el IPK.
ACTO III
[su_note note_color=»#ffffff» text_color=»#5b5a5a»]PERSONAJES:
Marina
Cristina
Gilberto
Irene
Antonio: Padre de Gilberto
Enrique: Hermano de Gilberto
Especialista: Médico y amigo de Antonio.[/su_note]
Volvemos a las tres paredes azules decoradas con retratos familiares y figuritas de santería.
Antonio: He llamado a un compañero porque esto no puede quedarse así. Aquí alguien está haciendo las cosas mal y a ti deben ingresarte.
Marina: Me dijeron que podía ser zika y que se me hincharían los dedos y hoy los siento todos hinchados.
Antonio: Es que esto no es normal. Primero hay que atender al enfermo y luego pasarle la factura. Esa es la lógica. Bueno, ¡se trata de humanidad! ¡Eres una persona! Da igual que seas extranjera o cubana…
Entra el Especialista en el escenario.
Especialista: Buenos días.
Antonio: ¡Hola! Siéntate. Esta es Marina. Lleva desde anteayer intentando ser atendida en el IPK y la envían a casa una y otra vez porque tienen problemas con el seguro médico.
El Especialista se acomoda en el salón.
Especialista: ¿Hay papel y lápiz?
Antonio: Claro, un momento.
Sale Antonio de escena.
Especialista: ¿Cómo te encuentras?
Marina: Ya no me pica, pero tengo los dedos de las manos y los pies hinchados. Descartaron intoxicación y me dijeron que podría ser zika.
Especialista: Sí, por lo que veo yo también creo que es zika. He estado en Venezuela tratando casos de zika y tú pareces tenerlo.
Marina: Pues me enviaron a casa cada vez que me vio un médico.
Especialista: Hay que ingresarte porque es contagioso. No deberías estar aquí.
Reaparece Antonio en escena con papeles y un bolígrafo.
Especialista: Cuéntamelo todo. Voy a apuntarlo para enviar un informe sobre tu caso.
Marina le resume los dos actos y las tantas escenas en media hora.
Especialista: ¿Hay algún teléfono en la casa?
Antonio: Sí. En la cocina. Enrique, acompáñalo a la cocina.
Enrique y el Especialista salen del escenario.
Antonio: Ya verás como se soluciona todo y a ti te ingresan hoy mismo. Alguien ha hecho algo mal aquí. Esto no puede ser.
El Especialista reaparece en el escenario.
Especialista: Hablé con la vicedirectora del IPK. Una ambulancia pasará por el policlínico para ingresarte. Prepara una mochila porque vas a pasar unos días allí.
Marina y Gilberto se apresuran por el escenario juntando alguna ropa en una mochila roja. Cristina e Irene salen con ellos para acompañarlos al policlínico.
Las luces se apagan y cae el telón.
EPÍLOGO
Durante los cuatro días que Marina estuvo aislada en el IPK pasó lo siguiente:
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- Primero la ingresaron con un grupo de cubanas que presentaban los mismos síntomas.
- Luego la derivaron a la unidad de extranjeros, en una habitación privada con dos camas. Nunca ocuparon la segunda cama.
- Comprobó cómo la misma enfermera que la atendía cuando estaba ingresada con las señoras cubanas, la trataba de forma más amable ahora que estaba en la zona de extranjeros.
- La sangre que le extrajeron dos veces tardó cuatro días en analizarse.
- Finalmente se confirmó el zika en orina.
- Como el zika en sangre había desaparecido, le permitieron volver a casa.
- La señora de facturación seguía con ganas de pelear: Le preguntó por su seguro médico y un posible adelanto de los gastos médicos ante la imposibilidad de comunicarse con Asistur. Marina le preguntó si iba a retenerla allí toda la vida. Recogió sus cosas y volvió a casa en autobús.
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Próximos estrenos en el Gran Teatro de Cuba: El pasaporte prohibido. ¡No se la pierdan!
Orioln dice
Quina asseguradora agafarieu ara? Anem a Cuba agost amb 2 nens de 4 i 2 anys….
Irene Garcia dice
Hola Oriol,
El problema no va ser de l’asseguradora, així que jo no canviaria l’assegurança amb la que viatjo. L’únic que cal que tinguis present és que, en cas d’utilitzar l’assegurança a Cuba, us demanaràn que pagueu els gastos de l’assistència i que després els reclameu a l’assegurança. Si no feu això, haureu de batallar tant com nosaltres.
En cas que tinguis dubtes sobre quina assegurança utilitzar pel viatge, aquí et deixo un comparatiu que potser t’ajuda a escollir: https://cronicasargonauta.com/iati-seguros-de-viaje-world-nomads/
Bon viatge 🙂
Medicina del Viajero dice
Es realmente toda una pena que hayan tenido que vivir esa situación tan desagradable con el seguro. Afortunadamente la enfermedad pasó y todo salió bien, pero de haber sido algo más grave hubiese sido peligroso que los hicieran esperar tanto tiempo para atender a Marina con la facturación como excusa.
Como no existen vacunas o métodos antivirales contra el Zika, es más dificil evitar el contagio. Por supuesto, existen medidas que se pueden tomar, como cubrirse la piel con colores claros, usar repelente en todo momento, etc, pero claro, la efectividad no es del 100% y un desliz que resulte en una picadura puede terminar en contagio.
Nos alegra que todo haya terminado bien.
Saludos.
Irene Garcia dice
La verdad es que el proceso que vivimos fue bastante patético. Creo que los médicos de un solo vistazo ya sospechaban de zika, el problema es que cada persona reacciona de forma diferente a esta enfermedad. si a mi hermana hubiese sido de se pequeño porcentaje que reacciona fuerte al zika, podrían haber quedado secuelas. Pero en fin, el mal rato ya lo pasamos 😉
Gilberto dice
Que buena forma de contarlo mediante un teatro… Estas cosas como cubano que soy me da verguenza ,pero es la verdad y asi funcionamos, lo pero es que vendemos otra imagen y es lo que más rabia me da
Irene Garcia dice
Vivir en Cuba es toda una aventura jaja Tú país también tiene cosas muy buenas. Voy a hablar de ellas en una entrada, para que recuperes el orgullo cubano.
Un abrazo para ti y toda tu familia. Os echo de menos!
Valen dice
Dios mío qué angustia 🙁 por lo menos me alegro de que la enfermedad no haya pasado a más y esté bien.
Buenísima la idea de contarlo como un teatro, creo que me he cabreado y todo. Justo estos días nos estamos planteando si visitar Cuba o no antes de pasar a México y tenemos tal cantidad de sentimientos encontrados que es complicado decidirse.
Seguramente nos lancemos y disfrutemos del país con sus más y sus menos, y aparte te tenemos a ti de guía!
Un abrazo!
Irene Garcia dice
Os recomiendo Cuba al cien por cien. Yo me quejo mucho de ella (soy un poco cascarrabias), pero la echo de menos. Además de malos ratos como este, también hay playas vírgenes, frutas deliciosas, gente buenísima y una cultura e historia interesantísimas.
A ver si me pongo las pilas con los datos prácticos para visitar la isla 😉
Un abrazo!
Rebeca Sebastia dice
que mal!!! vaya odisea con la pesada de facturación…Espero que tu hermana esté mejor. Y por cierto, muy original el post con las escenas teatrales! 🙂
Irene Garcia dice
Mi hermana ya estaba bien el primer día que la ingresaron. Tardaron demasiado en hacerlo… Gracias Rebeca. Un abrazo!
Indi dice
Es un desastre, pero no me extraña para nada.
Yo trabajo en una empresa de seguros de viaje, y Cuba es una lucha.
Los seguros extranjeros no podemos prestar servicios directos en la isla, ni tener convenios ni nada. Todo se hace por medio de la aseguradora de viajeros nacional, Asistur.
Cuando un paciente nuestro se enferma, tenemos que avisar a Asistur para que ellos cubran la consulta, porque con seguros extranjeros no te van a atender nunca de manera directa.
Asistur tiene algo así como diez empleados. No es broma, creo que ni a diez llegan los coordinadores. Esas diez personas llevan también las asistencias de todos los cubanos que viajan, así que te imaginarás el lío.
La comunicación con la isla es una pesadilla, entonces desde que el seguro le avisa a Asistur hasta que Asistur nos contesta pueden pasar más de 24 hs. No revisan mails, no revisan los correos, no pueden descargar pdf…
Irene Garcia dice
Lo que no entiendo son dos cosas:
1. Por qué Cuba no permite llamadas a cobro revertido a España desde Cuba (eso hubiese facilitado mucho la comunicación con la aseguradora)
2. Por qué los hospitales no tienen permitido llamar al extranjero, especialmente a empresas de seguros.
Todo se hubiese resuelto con una llamada, pero estar enferma y además tener que hacer el papel de intermediario entre el hospital y la empresa aseguradora ya fue demasiado.
Asistur es una vergüenza. Al final el seguro de viajes tuvo que cerrar el expediente de mi hermana porque nadie le respondía los correos. No se si mi hermana seguirá anotada como deudora…
Ricard oncle dice
Sembla mentida en el segle XXI, esperem que ja estigui bé.
Irene Garcia dice
Està perfectament 🙂
Joan Francesc dice
Mare meva!!!!!!!!
Irene Garcia dice
Doncs sí… Sort que en el teu cas el metge va venir a tú i no al revés, perquè si no…