Tienes la mochila preparada, el pasaporte con el visado en una mano y el billete de avión en la otra. Pero ¿realmente estás a punto para comenzar tu gran viaje?
¿Puedes dormir en cualquier lugar?
¿Eres capaz de dormir en un destartalado asiento de autobús, en un colchón gastado o sobre el suelo de piedra de una casa? ¿Te molesta compartir habitación con una o hasta 30 personas? Piénsalo bien, seguro que alguien ronca. ¡No te olvides los tapones para los oídos!
- Sí
- No
¿Tienes un paladar a prueba de fuego?
¿Ya te sabes la frase «sin picante» en varios idiomas? ¿Te gustan las sorpresas en la mesa? Prepárate para esperar cualquier tipo combinación en tu plato. Algunos te gustarán y otros no tanto… Pero muchos de ellos serán nuevos e inesperados sabores que, a veces, tendrás que repetir día sí y día también porque son la base de la comida local.
- Sí
- No
¿Sabes gestionar los imprevistos?
¿Estás a punto para que tus planes fallen? Porque lo harán y varias veces, para bien o para mal. También fallarán el plan B, el plan C y el plan D. Vas a tener que enfrentarte a situaciones inesperadas que ni imaginabas desde el sofá de tu casa. ¿Podrás manejar tu vida sin una rutina? ¿Podrás seguir adelante sin saber dónde estarás en una semana o incluso mañana?
- Sí
- No
¿Crees que internet es suficiente para tener presente a tu familia y amigos?
Pueden pasar meses o años antes de que vuelvas a ver a la gente que quieres. Ahora no parece que esto sea demasiado importante, pues internet nos ha puesto las cosas más fáciles para mantenernos en contacto con ellos, pero ¿crees que Skype, Facebook y Whatsapp son suficientes para no echarlos de menos?
- Sí
- No
¿Estás a punto para afrontar ataques de nostalgia?
No solo se echa de menos a la gente. Tu cama, tu casa, tu barrio, tu comida… Todo ello a veces hace mucha falta después de días, meses y años moviéndote en entornos desconocidos. ¿Qué harás cuándo tu estómago te pida a gritos un buen menú de comida casera? ¿O cuando sueñes con tus sábanas y almohada?
- Sí
- No
¿Tienes una mente abierta?
¿Cómo reaccionarás ante un entorno completamente diferente al tuyo en constumbres y tradiciones? ¿Cómo asimilarás todas esas creencias ajenas que confrontarán tu forma de pensar? Ahí fuera hay mil formas de vivir y de pensar completamente diferentes a la tuya. Algunas incluso las juzgarás dentro de las categorías «malo» o «bueno», «feo» o «bello». ¿Estás a punto para reajustar estas categorías cada cierto tiempo?
- Sí
- No
¿Te gusta conocer gente nueva?
Vas a conocer gente de todo el mundo constantemente; gente con personalidades y de entornos diferentes con la que nunca creerías que podrías estar compartiendo una cerveza, una cena o incluso una etapa del viaje. Espero que no tengas miedo a hablar con desconocidos.
- Sí
- No
¿Eres capaz de controlar la tristeza en las despedidas?
No podrás llevarte contigo a toda esa gente nueva que se va a cruzar en tu camino. Vas a tener que decir hola y adiós centenares de veces, así que acostúmbrate a las despedidas. Puede que sigáis en contacto durante mucho tiempo o toda la vida, pero muchas veces (la mayoría) no volverás a saber nada de la gente que hace unos días eran tu único apoyo en ese país tan extraño.
- Sí
- No
¿Te gustan los horarios flexibles?
En España se come a las dos y en Inglaterra a las doce. En Barcelona puedes cenar a las diez, pero a esa hora en Francia las cocinas ya están cerradas. A veces te pasarás el día viajando y no sabrás cuándo el conductor decidirá que podéis comer algo. Algunos días podrás ir a dormir pronto y otros no podrás tumbarte hasta pasada la media noche. ¿Tienes el cuerpo entrenado para todos estos cambios?
- Sí
- No
¿Puedes vivir con todo lo que cabe en una mochila?
¿No echarás de menos tu colección de ropa y todas esas cosas que has guardado en cajas? ¿Tendrás suficiente con un par de camisetas, unos pantalones y unos cuantos pares de ropa interior? ¿Podrás vivir con solo lo que puedes cargar en tu espalda?
- Sí
- No
¿Conoces la diferencia entre un gran viaje y unas vacaciones?
No esperes estar siempre al cien por cien, ni pasártelo bien en todo momento. Un gran viaje no es una forma de escapar de la vida. También aparecen obstáculos, confusiones mentales, frustraciones y bajones. ¿Tienes esto bien presente?
- Sí
- No
¿Estás a punto para vencer tus miedos?
Seguramente ya has escuchado que es demasiado peligroso, que te va a pasar de todo, que es una locura… Pero ¿qué harás cuándo seas tú quién pronuncie esas palabras como un mantra cuando te encuentres con obstáculos? ¿Serás capaz de seguir adelante a pesar de todo?
- Sí
- No
¿Quieres correr el riesgo de contagiarte de un virus que no tiene cura?
Los síntomas son claros: Siempre querrás ver más y más lugares. De repente tendrás la necesidad de visitar algunos países que antes no te producían ni frío ni calor y así, irremediablemente, tu lista de países a los que quieres ir irá creciendo sin control. El remedio no existe. No te quedará otra que seguir ese impulso o intentar domarlo hasta que lleguen las próximas vacaciones. ¿Podrás vivir con el síndrome del eterno viajero?
- Sí
- No

Lógicamente, si has respondido que sí a todas las preguntas, no hace falta que dudes más; agarra la mochila y vete ya. Pero espera un momento, ¿de verdad que has respondido «sí» a todo? ¿Seguro que no se te ha escapado algún «no»?
Yo confieso que no siempre estoy dispuesta a conocer gente nueva, echo de menos a mi familia y a veces me ahogo en un vasito de agua. Pero no importa, porque nunca se está apunto para un gran viaje. Al fin y al cabo, lo que importa es responder sí a una única pregunta:
¿Quieres dar el primer paso?
- Sí
- No
¿Qué has respondido?
¿Cuál ha sido el resultado? ¿Se te ha escapado algún «no» como a mí? ¿Añadirías alguna pregunta a este test?
Hola Irene. Tambien estoy pensando hacer un viaje largo, y pienso empezar por Tailandia, el sudeste asiatico, pero por lo mismo me gustaría hacer intercambios para sustentar en parte mi estadía. He leído que se puede hacer intercambios por ejemplos en un hostel, ¿como se consigue eso?
¿Tu recomiendas comprar un boleto solo de ida, o puede ser ida y vuelta pero sin especificar el retorno? ¿Cual es más económico?
Te agradeceré mucho la respuesta.
Saludos
Annette
Hola Annette!
Todo lo que debes saber para conseguir intercambio en alojamientos lo cuento aquí:
Sobre el billete de avión, depende del tipo de viaje que tienes que hacer. Si tienes una fecha de regreso sale más económico comprar ida y vuelta normalmente. Pero si no sabes ni el país ni la fecha desde la que regresarás, es mejor que no compres la vuelta o que lo compres con fecha abierta.
Feliz viaje!
Hola Irene!
Me he encontrado con tu blog por casualidad y me ¡está encantando!. Estoy a punto de empezar un gran viaje sin billete de vuelta y lanzando mi blog (y parecía fácil…). Me ha encantado especialmente este post, la verdad que he contestado que sí a casi todas las preguntas pero jamás me acostumbraré a echar de menos a mi gente… y eso que llevo viviendo fuera ya 4 añitos, también echaré siempre de menos mi cama y la comida… y probablemente en algún momento me diga estamos locos, y ahora qué hacemos? jaja pero estoy 100 por 100 dispuesta a dar el gran paso :D.
Seguiré leyendo tu blog, veo que tienes muchas cosas que pueden ayudarme, aquí tienes una nueva seguidora 🙂
Hola Carmela!
Gracias por pasarte por aquí y hacer el test. Creo que es imposible responder a todas las preguntas con un sí. Yo misma confieso que responderé siempre con un no algunas de ellas, pero lo importante es que la última pregunta sea afirmativa 😉
Un abrazo y muchos ánimos con los preparativos de tu gran viaje!
Hola Irene, encuentras mochileros de «cierta edad» ? ó son todos jovenes 20/30 ñeros cómo en las fotos ?
a punto de hacer 51 y con muchas ganas de hacer mi gran viaje.
Hola Rosa!
He encontrado de todo. Claro que la mayoría de viajeros en algunos hostales son veinte o treintañeros, pero durante mis viajes he conocido a gente de 50 y de 60 años que se movían por Asia con una mochila y a su aire. Cuando viajé en bici por España conocí a un cicloviajero de 80 años y a otro de de 60, así que en el fondo la edad importa menos que las ganas.
Te recomiendo que leas esta entrevista que hice a Laura Ferri. Es una viajera de «cierta edad» que ha recorrido Suramérica sola: https://cronicasargonauta.com/entrevista-laura-ferri/
Las ganas son suficientes 😉
Un abrazo!
Genial tu entrada Irene.
Nunca he dormido sobre el suelo de roca de una casa y a veces tambie’n me ahogo en un pequenho charquito.
Pero quiero dar el primer paso..!
Gracias Roberto! Ya te digo yo que muy cómodo no es, pero si hay que hacerlo se hace. De momento ya tienes lo más importante: ¡Las ganas!
¡Genial! Has dado en el clavo, y mira que yo aún no he hecho un gran viaje…
Un abrazo!
Algún día Beatriz! (más pronto que tarde) 😉
Un abrazo grande!
Simplente genial ! Lo comparto, buen laburo
Gracias!
Se agradece un montón que lo compartas.
Abrazo!
Estupendo, como siempre
=)
No sabes las ganas que tengo de que partas pronto y volver a recorrer Sudamérica con tus ojos!
Me gusta mucho tu forma de personal de escribir y enfocar el viaje y las distintas realidades.
Felicidades!
Abrazo grande!
Más ganas incluso que yo? ;P Ya queda poquito y yo más que ganas ya tengo nervios…
Gracias Andrea y otro abrazo para ti!
Lo has bordado
🙂 Gracias Pablo