
Hola, me llamo Irene y un día de primavera del año 2012 compré un billete sin fecha de regreso a Indonesia.
En el momento que puse el pie en Jakarta, pensé que no duraría en ese continente más de una semana. Los grandes viajes (y además en solitario) no eran para mí…
Sin embargo, casi un año después, me encontraba en India, feliz y sorprendida de todos los kilómetros recorridos. Aunque no te voy a engañar: También estaba un poco cansada y con ganas de volver a casa, pero con la mirada cambiada y algunas ideas «locas» rondándome por la cabeza para poder seguir alargando este estilo de vida tanto como me apeteciera.
Viaje en bici
De vuelta en casa, me quedé quieta el tiempo justo para ahorrar un poco y comprarme una bicicleta. Con ella recorrí el norte de la península Ibérica durante tres meses, acampando en jardines y durmiendo en el sofá de algunas familias que me abrían la puerta de su casa. Durante ese viaje decidí que me volvería a cargar la mochila sobre los hombros para recorrer el continente americano en autoestop.
América
El pulgar lo levanté por primera vez en Montreal (Canadá) y lo bajé en Chiapas (México). A partir de entonces mi forma de viajar cambió.
Encontré trabajo gestionando las redes sociales de diversas empresas, por lo que tener wifi y estar conectada con mis clientes se volvió una prioridad. Así que volví a subirme al transporte público y llegué a Ushuaia después de tres años recorriendo Centro y Suramérica a bordo de autobuses, guaguas y barcos.
¿Y ahora qué?
La pandemia lo trastocó todo (qué te voy a contar que no sepas, ¿no?) y tuve que volver a descubrirme a mí misma sin los viajes como eje central de mi vida. Este es un camino que aún sigo recorriendo y si tienes curiosidad por cómo se va desarrollando, te invito a suscribirte a mis cartas mensuales (en ellas me pongo un poco más personal).
El blog
Crónicas de una Argonauta ya tiene 20 años de vida. ¡Más que yo de viajes! Nació poco antes de comprar el vuelo a Indonesia, cuando soñaba con hacer un gran viaje pero no me atrevía. Aquí empecé a planear mis primeros pasos por Asia y a compartir todos los miedos y experiencias que me acompañaron en ese primer viaje.
Durante todo este tiempo, el blog y yo hemos ido cambiando, así que este espacio sería lo más parecido a una pequeña ventana a mi mundo interior; se transforma y se adapta según lo que tenga ganas de contar. Lo único constante en él son los viajes y las ganas de compartir contigo todas las experiencias e información que he ido recolectando durante estos años en ruta.
Espero que lo que encuentres aquí haga un poco más ligera tu mochila de miedos y dudas que todas cargamos cuando planeamos un gran viaje en solitario. No tengo todas las respuestas, pero sé por propia experiencia que un poco de información y los consejos de otras viajeras hacen que dar el primer paso cueste un poco menos. 😉