Llegué a Vietnam hace 9 días. Mi primera parada fue Can Tho. Allí no hay grandes paisajes, ni templos ni pagodas, pero hay un gran mercado local y gente amable que me invita a zumo de caña de azúcar. Si a esto le añadimos una anfitriona como Ngoc Anh, Can Tho fue la mejor introducción a Vietnam.
Luego llegué a Ho Chi Minh (HCMC para los amigos) y me encontré con una ciudad llena de motocicletas, aprendí a cruzar la calle como un local, probé platos cuyos ingredientes aún desconozco, descubrí cómo los habitantes de Cu Chi sobrevivieron a la guerra; una vendedora de fruta me contó que su novio jemer le pide dinero para mantener a sus dos mujeres jemeres, aprendí a hacer rollitos de primavera y me quedé impresionada de la maestría de los vietnamitas jugando a la indiaca.
Ahora estoy en Mui Ne y no hay vecinas contándome su vida, ni anfitrionas enseñándome a cocinar comida vietnamita. En vez de eso tengo una playa ocupada por bungalows y hoteles de cinco estrellas (para bañarme en el mar he tenido que hacerme pasar por una turista adinerada y colarme en un resort) y, como vecinos, a turistas rusos con la piel saturada de sol.
En un lugar donde los vietnamitas han aprendido a hablar ruso y donde los menús y carteles están adaptados a esa lengua, no es fácil mezclarse con los locales. Hoy he intentado comer com tam en un puestecito callejero y el vendedor me ha dicho que no con la cabeza, aún no sé si la negación significaba «es demasiado tarde para comer» o «ve a comer con los tuyos, turista; ve a un restaurante». Finalmente he encontrado a una señora que me ha vendido un bocadillo y así he podido evitar los restaurantes de pescado y marisco (los precios son muy baratos comparados con España, pero no para mi presupuesto).
Me he quedado un día en este pueblo intentando entender por qué Annie me lo recomendó. No tengo una respuesta clara. La playa no es tan bonita y su acceso no es fącil si te alojas en un hostal al otro lado de la carretera. ¿La comida? Los asados de cocodrilo, barracuda, caracoles y tortugas huelen muy bien, pero si ceno eso cada día seguramente tendré que pedir dinero a mis padres para comprar el billete de vuelta. ¿El paisaje? Detrás de mi hostal hay unas montañas de arena que ya he visto antes en algunas playas de Tarragona y las dunas, sinceramente, no las he visto, pero mis vecinos de habitación no quedaron muy impresionados por ellas.
Sigo sin entender por qué Mui Ne atrae a los rusos, y mucho menos a los locales, pero no quiero invertir más días en averiguarlo. Mañana voy a Hoi An. Si no escribo en unos días es porqué a) estaré recuperándome de 17 horas de autobús o b) estaré disfrutando de la ciudad. Espero que sea por la opción b.
Sort doncs en la següent parada!! :*
De sort cap nin una… En unes hores ho explico jaja
A la tercera va la vencida, dicen.
Es una pena encontrarse sitios así en los que la gente del lugar a vendido eso que les hace tan especiales al mejor postor y terminan siendo una adaptación mejorada al gusto del consumidor, de todas formas también entiendo que todo el mundo tiene que ganarse la vida, mucha suerte en tu próximo destino.
No he tenido suerte en Hoi An tampoco… Diluvia y parece que el agua caerá durante días. Es una pena porqué el lugar parece interesante.
Mucha suerte en tu próxima parada y que disfrutes mucho…y cuéntanoslo! 😉
¡Gracias! Lo haré.