Decidí venir a Hualien por dos razones. La primera: las condiciones de trabajo que me ofrecía Robert eran muy superiores al resto de hostales de Taiwán. La segunda: las imágenes que salían en los buscadores cuando introducía la palabra «Hualien» prometían paisajes impresionantes. Estas dos razones bastaron para que saltara desde China a la costa este de Taiwán.
Realmente la decisión fue todo un acierto. El trabajo en el hostal no está nada mal. Mi jefe me está ayudando a seguir adelante con mi viaje e incluso a ganar todo el peso perdido en el Sudeste Asiático. Por otro lado, los paisajes que rodean Hualien han superado con creces mis expectativas. Ayer, por ejemplo, me quedé sin aliento en el Parque Natural de Taroko. Me hablaron de él nada más poner un pie en Hualien, pero no fui allí hasta que llegaron Míriam y Óscar, por aquello que dicen de que los buenos momentos en buena compañía se multiplican. Y también por el privilegio de compartir un pedacito de este viaje con una de las amigas que dejé en Barcelona.
Para hacerte una idea de lo que es caminar por Taroko, imagínate un pequeño camino esculpido en la ladera de una inmensa montaña. Si miras hacia abajo, ves el río; si miras hacia arriba, las nubes enredadas entre inmensas montañas. Durante el camino se oye el agua del río bajar con fuerza, a los pájaros, al viento y a los grillos. Al llegar a los túneles de Yanzikhou caminando desde Bulowan, nos abruma ver a decenas de autobuses escupiendo centenares de turistas chinos protegidos con un casco, pero aún nos impresionan más el puente colgante y el inmenso precipicio que se abre enfrente nuestro.
Me resulta difícil hablar de la belleza de Taroko y de cualquier otro paisaje que me asombre. No se trata solo de encontrar los adjetivos para describir esas montañas (espectaculares, impresionantes, sublimes, salvajes…), sino también de encontrar las palabras para expresar las sensaciones de encontrate cara a cara con esa maravilla de la naturaleza y tener la suerte de compartirla con amigos. Supongo que si quieres hacerte una idea de lo que es caminar por Taroko, solo te quedan dos opciones: Leer a otros blogueros que hayan estado en Taroko y escriban mejor que yo o viajar a Taiwán para maravillarte en primera persona. Mientras no te decides a viajar hasta aquí, estas fotografías te pueden ayudar a imaginarte este espectáculo de la naturaleza, aunque la sensación de sentirte diminuta entre tanta inmensidad solo la puedes vivir si te animas a venir y caminar entre los barrancos de Taroko.
Creo que no hay manera mejor de expresar nuestra pequeña visita a este abrumador paisaje. Un millón de gracias por habernos invitado y por haberte pegado esas caminatas para enseñarnos hualien, te estoy muy agradecido, ha sido una experiencia impresionante. Ahora solo me queda desearte mucha mucha suerte en tus próximos destinos y que te sigas enriqueciendo con experiencias inolvidables.
Nos volveremos a ver, seguro, pero eso si… DONDE?? Qui sap xD un fuerte abrazo
Óscar
Me ha gustado mucho conocerte. Espero que os animéis a hacerme otra visita. Aunque acabara agotada me lo he pasado muy bien. Me alegro de que Taiwán os haya gustado.
¡Un abrazo y hasta la próxima!
Què bé que escrius cucaaa!! Yo me he decidido a viajar hasta allí y ha valido muuucho la pena!! Ahora te echo más de menos que antes pero seguro que nos volveremos a encontrar pronto!!
Por ahora te dejo un encargo más…
Vull una postal de Tarokooo!! Però REAL eh!! Que no te pille imaginando!!
Acaba de gaudir el que et queda de Hualien i espero impressions de Taipei!!
Muaaa ❤️❤️❤️
Apali sempre donant-me feina… M’alegro molt d’haver-te vist. Necessitava veure alguna cara coneguda 🙂
Uns paisatges brutals, immensos!! Fins i tot intimiden una mica! I les fotos bestials, m’encanten sire! 😉
Estar allà és una barreja de vèrtig, emoció i perplexitat brutals.
Aquest post amb unes fotos magnifiques i uns paissatges fantastics, es en el que te notat mes trista dels que te llegit, suposo que per la marxa de la teva amiga i tambè per que veus que ja et queda molt poquet per deixar aquest lloc que t’ha acollit uns mesos. Anims i vinga a escriure posts amb mes alegria que el paisatge s’ho mereix.
Què vols, que balli una sardana mentre escric? Jajaja No estava trista, al contrari: estic molt feliç d’haver estat en un lloc com aquest amb tan bona companyia.