No te voy a vender los viajes en solitario como la fórmula mágica para solucionar tus problemas. No te voy a decir que viajar sola te cambia la vida, ni te voy a asegurar que te hace mejor persona. Los problemas personales pueden solucionarse de otras formas y viajar sola no es ningún medicamento para la depresión, la ansiedad, la soledad y otras afecciones del estado del ánimo.
Aunque a mí viajar sola me cambió la vida, conozco a muchas mujeres que, después de sus vacaciones en solitario vuelven a su vida normal la mar de felices. Ningún cambio significativo ocurre en sus vidas y quizás incluso ni lo están buscando. Los cambios forman parte del ciclo normal de la vida, no hace falta viajar para que ocurran, y si lo que se quiere es que vengan justo en el momento en el que se los desea, se los puede provocar de otras formas: cambiando de trabajo, haciendo nuevos amigos, provando nuevos hobbies, cambiando de ciudad…
De hecho, no todo es brillante cuando se viaja sola siendo mujer. Esta forma de viajar también tiene sus sombras: