Crónicas de una Argonauta

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Popurrí | Postales desde el parque nacional de Yosemite (o guía del autostopista ignorante)

Postales desde el parque nacional de Yosemite (o guía del autostopista ignorante)

Si has visto alguna vez un mapa de carreteras de la bahía de San Francisco, comprenderás por qué agradecí tanto que Kirk se ofreciera a llevarme hasta Oakdale. Iba a librarme de luchar contra esa maraña de ciudades unidas por una confusa red de transporte público, y mi viaje hacia el parque nacional de Yosemite comenzaría de una forma muy burguesa: Con un conductor recogiéndome en la puerta de la parada de autobuses de San Francisco.

[su_note note_color=»#fff6e3″ text_color=»#373737″]Antes de continuar, escribo esta nota para hacer una aclaración sobre Kirk, pues supongo que te estarás preguntando quién es ese hombre que va ofreciendo rides a chicas que viajan solas. Pues bien, Kirk es un comercial que me recogió en Brookins (Oregon). Aunque me dijo que la fiesta de antiguos alumnos no le había dejado con demasiada energía para llegar hasta San Francisco, acabó alargando su viaje hasta el aeropuerto de la ciudad (donde pasaría cuatro noches, pero eso es otra historia). Mi forma de viajar le sorprendió y le apenó al mismo tiempo, y desde entonces se atorgó la responsabilidad de que mi viaje por California fuera lo más cómodo posible. Mantuvimos el contacto y me informó de todos los próximos viajes comerciales que tenía en su agenda por si alguno coincidía con mi ruta.[/su_note]

Kirk tenía una reunión en Sacramento, pero su responsabilidad hacia mí le obligó a llevarme hasta las puertas del parque nacional de Yosemite. Y me habría llevado hasta el valle si no fuera porque la burocracia americana nos embarró el camino.

Cómo acampar sin permiso en el parque nacional de Yosemite

Mi idea era la de dormir en algún lugar bajo las estrellas en el valle de Yosemite para poder hacer cola frente al Camp 4 durante la madrugada. Esta idea tenía varias razones de ser:

1. En temporada de verano, el parque nacional de Yosemite es uno de los más visitados de Estados Unidos.
2. Las reservas de los campings se agotan con varios meses de antelación.
3. Hay unos pocos campings que no necesitan reserva, entre ellos el Camp 4, que a su vez es el único que está ubicado en el valle de Yosemite.
4. El Camp 4 suele llenarse antes de las 8 de la mañana.

Con toda la ingenuidad de mi ignorancia, comenté mi idea alegremente al ranger (personas vestidas de color caqui que velan por el orden de los parques naturales de Estados Unidos) y aquí empezó a formarse una gran bola de lana rellena de confusión que a día de hoy no he conseguido desenredar.

Lo único que me quedó claro de toda la lista de prohibiciones que enumeró sobre un mapa la señora detrás del mostrador, es que no se puede acampar en cualquier lugar de Yosemite. Si quieres plantar tu tienda en algún lugar dentro de las fronteras del parque natural, necesitas un permiso de acampada nocturna (gratuito), una caja antiosos (5$) y alejarte nosecuantos kilómetros del valle. Había excepciones y reglas aún más duras para algunas zonas de Yosemite, y las líneas de autobuses que conectan lo que es parque y lo que no lo es son aún más confusas que las carreteras de la bahía de San Francisco.

Cómo esquivar una multa

No tenía un plan B, por eso le sugerí a Kirk que me dejara igualmente en el valle y yo ya me escondería debajo una roca si era necesario. Pero la señora que seguía enumerando prohibiciones detrás del mostrador, sugirió una multa de 160$ y el único plan que tenía acabó por desmoronarse.

De algún lugar tenía que salir un plan B:

Kirk me miraba incrédulo, pero yo insistí en que me dejara justo delante de la frontera en la que terminaba el parque forestal y comenzaba el parque nacional de Yosemite. Ese era uno de los pocos lugares en el que la acampada libre era legal y además estaba cerca de la carretera hacia el valle. Por ambas razones era el único lugar razonable en el que podría pasar la noche y al mismo tiempo conservar la esperanza de llegar al Camp 4 lo suficientemente pronto para encontrar un lugar legal de acampada en el valle los próximos cinco días.

Cómo evitar que te roben la comida

Kirk me hizo una foto para recordarme en caso de que esa noche me comieran los pumas. Nos despedimos con un fuerte abrazo y yo le repetí que estaría bien.

K. Tienes la caja antiosos, ¿verdad?
– Sí.
K. ¿Sabes cómo funciona?
– No.

parque forestal de Yosemite

Metí la comida y el neceser en la cajita y la colgué de un árbol. Luego me di cuenta de que había olvidado en la mochila unas galletas que de todas formas ya no cabían en la caja. Las dejé debajo de un árbol, a unos metros de mi tienda. El miedo y el cansancio no creían que fuera buena idea buscar otra bolsa para colgar las galletas desde otro árbol. «Métete en el saco y duérmete ya», me dijeron, y así lo hice.

Cómo ganar la carrera hacia el valle de Yosemite

Pensaba que a las cuatro y media de la mañana estaría amaneciendo, pero lo hizo una hora más tarde y mis pocas esperanzas de encontrar un lugar en el Camp 4 se resignaron a morir.

Al desmontar la tienda descubrí con sorpresa que alguien se había llevado mis galletas durante la noche (como si me extrañara que los animales no tuvieran respeto por la propiedad privada). Sin desayunar y pensando apresuradamente en un plan b, c, d, e, f y g, cargué la mochila y caminé el medio kilómetro que me separaba de la caseta de bienvenida al parque nacional de Yosemite.

Le pregunté a un señor si me podía llevar hasta el valle pero se disculpó afirmando que aún estaba durmiendo. Me quedé un poco confundida con esa negación, no solo porque yo le veía bien despierto, sino porque acto seguido se metió dentro del coche y subió la cuesta hacia el valle. Mientras pensaba, con el pulgar alzado, en lo terrible que son algunas personas para inventarse excusas, paró una caravana habitada por una familia holandesa de once miembros.

Me dejaron en el valle y corrí hacia el camp 4, donde ya había una cola de más de sesenta personas. Otra señora vestida de color caqui me otorgó un número: el 69. Había conseguido una plaza en el Camp 4. Suspiré y sonreí. Ahora ya podía concentrarme en capturar postales.

Aquí las tienes:

Parque Nacional de Yosemite

visitando el parque nacional de Yosemite

valle de Yosemite

Bosque de Yosemite

Irene en el paruqe nacional de Yosemite

vistas del parque natural de Yosemite

telaraña en las secuoyas de Yosemite

Ciervo en Yosemite Valley

Yosemite Valley

Cascadas en el parque nacional de Yosemite

[su_box title=»Otra forma de complicarse menos la vida» box_color=»#ffffff» title_color=»#000000″ radius=»2″]En las cinco noches que pasé en el Camp 4, descubrí que algunos viajeros acampaban clandestinamente en el camping durante una noche. Nunca les multó ningún ranger y los mapaches no se comieron sus galletas.[/su_box]

Información útil para sobrevivir a Yosemite[su_divider top=»no» divider_color=»#dfc566″][/su_divider]

[su_list icon=»icon: angle-right» icon_color=»#dfc566″]

  • Transporte público: Hay un bus gratuito que conecta los diversos puntos de interés del valle.
  • Glacier Point: Si no tienes coche, llegar hasta esta cima son unas 4 horas de camino. Otra opción es hacer autostop.
  • Autostop: Es muy fácil moverse a dedo por el valle de Yosemite, así como entrar y salir de él.
  • Comida: Hay un supermercado en el parque nacional de Yosemite. Se forman largas colas, pero es el único lugar en el que encontrar comida barata.
  • Wifi: Te dirán que hay que pagar por utilizar el wifi, pero la verdad es que hay una cafetería en el valle que lo ofrece gratis.
  • Cocinar: Está permitido usar el camping gas, pero solo se puede hacer fuego en las zonas designadas para ello y con la leña que venden en el supermercado.
  • Duchas y lavandería: Los campings no tienen duchas ni zona para lavar la ropa. Todo ello está en una área llamada Housekeeping y cada servicio cuesta 5$.
  • Precio del Camp 4: 6$ por persona sin vehículo.
  • Más info útil[/su_list]

Written by Irene Garcia · Categorized: Popurrí · Tagged: América de norte a sur, Estados Unidos

Comentarios

  1. Mochilas en viaje dice

    09/09/2016 a las 20:08

    Que aventura!

    Nos dejes con muchas ganas de conocer el Yosemite!

    Abrazo fuerte y que siga este viaje!

    Responder
    • Irene Garcia dice

      12/09/2016 a las 02:19

      Es un lugar que merece la pena conocer. Eso sí, organizaros un poco mejor que yo ;P
      Feliz viaje a vosotros también!

      Responder
  2. Oriol dice

    09/09/2016 a las 12:02

    M’ha encantat la entrada Sire! Llarga i plena de contingut! EM mola veure com malgrat els contratemps, al final acabes sortin-te amb la teve 😛

    Responder
    • Irene Garcia dice

      09/09/2016 a las 16:23

      Gràcies Uri! Ja saps que sempre m’agrada tenir-te per aquí 🙂

      Responder
  3. Viviendo A Bordo (@viviendoabordo) dice

    08/09/2016 a las 18:31

    Te está quedando unos post geniales y muy elaborados, ¡enhorabuena! sé lo complicado que es dedicarle tiempo. Suerte y hablamos.

    Responder
    • Irene Garcia dice

      09/09/2016 a las 03:32

      Es muy complicado, peor se hace lo que se puede… Los comentarios alegran el día, así que muchas gracias Jesús 🙂

      Responder

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