Creo que no hay destino más tranquilo que Laos. Su atmósfera de siesta es ideal para tumbarse en una hamaca con vistas a unas espectaculares montañas y relajarse.
· Aunque también hay muchas opciones para el turismo activo (montañas, cuevas espectaculares, cascadas, ríos, etc.), ya verás como tus vacaciones en Laos te parecerán una de las más relajadas de tu vida.
Y es que el tiempo pasa diferente para los laosianos y su temperamento tranquilo hace que también lo disfrutes todo de otra manera. La verdad es que vajar por Laos es bastante fácil y te provoca dejarte llevar sin estrés ni ansiedades, pero nunca viene mal tener alguna información previa del destino.
En esta guía para viajar a Laos por libre te cuento todo lo que necesitas saber para viajar bien preparada.

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Kip
LENGUA
Idioma Lao
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C / F

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· Mejor época para viajar a Laos
De mayo a octubre es la estación de lluvias en Laos. Eso significa que cada día verás cómo el cielo se cubre de nubes y descarga un chaparrón intenso. Las lluvias casi nunca se prolongan durante todo el día, así que es posible viajar a Laos en temporada húmeda si no te importa pararlo todo un momento para que descargue el cielo.
La mayor molestia que tendrás en Laos durante esta época es encontrar algunas carreteras y caminos cortados por derrumbamientos o daños. Eso puede provocar retrasos en los transportes e incluso algunas filtraciones en autobuses públicos.
Por otro lado, de mayo a octubre también es temporada baja. Los precios de hoteles y excursiones bajan y si quieres hacer algún viaje por el Mekong o visitar cascadas, estos iran bien cargados de agua.
De todos modos, la mejor época para visitar Laos es de noviembre a abril, durante la estación seca. En ese periodo las lluvias son menos frecuentes, así que el transporte público es bastante regular y no hay sorpresas por el camino. También podrás hacer caminatas por el campo sin encontrar los caminos embarrados.
Además, de noviembre a febrero las temperaturas son un poco más bajas, así que no sufrirás el bochorno y la humedad típica de los países tropicales del Sudeste Asiático.
· ¿Es seguro viajar sola a Laos?
Laos es un país muy tranquilo, con gente amable y tímida que te dejan hacer bastante la tuya. Allí no vivirás el caos frenético de India ni la incomunicación de China. Tampoco serás atosigada como si fueras un dólar con patas como en otros países vecinos.
Viajar sola por Laos me parece una de las mejores experiencias, sobre todo si te inicias en este tipo de viaje.
Lo único que deberás tener en cuenta son los códigos de vestimenta. Para los laosianos es importante que se respete su cultura y eso significa que las mujeres nos cubramos parte de las piernas, hombros y escote; y que los hombres lleven siempre puesta la camiseta. En varios lugares encontrarás carteles pidiendo que, por favor, se respete esa forma de vestir y tampoco cuesta nada hacerlo.
En cuanto a la seguridad frente accidentes y enfermedades, Laos es un país empobrecido con unas infraestructuras sanitarias públicas muy precarias. Si enfermas durante tus vacaciones por Laos (el dengue es una infección bastante presente en el Sudeste Asiático), es recomendable que cuentes con un seguro de viajes para que puedas acceder a un hospital privado y no tengas que preocuparte de nada.
Yo viajé con Iati Seguros (tienes un 5% de descuento aquí) y por suerte no tuve que usarlo, pero aquí te cuento mi experiencia con este seguro en países como India y Vietnam.
Si prefieres explorar otros tipos de seguros, puedes hacer este test para ver cuál se adapta mejor a tu forma de viajar:
· Excursiones y tours interesantes por Laos
Una de las mejores experiencias de viajar a Laos es disfrutar de uno de los ríos más míticos del Sudeste Asiático: El Mekong.
Llegar a Luang Prabang navegando por el Mekong en un viaje de dos días desde Tailandia fue una de las mejores experiencias de mi viaje por Asia. No me cansaré de repetirlo nunca.
Otra de las excursiones más populares que hacer en Laos es la ruta de las cascadas de Luang Prabang. Hay excursiones con tarifas bastante baratas que te llevan a las cataratas Kuang Si. Son preciosas, pero prepárate para compartirlas con bastante gente.
· Qué llevar en la mochila para viajar a Laos
Laos, como es habitual en el Sudeste Asiático, tiene un clima húmedo. No necesitarás ropa de invierno y podrás viajar bastante ligera gracias a ellos, pero también es importante que no te olvides lo siguiente:
- Protector solar
- Gafas de sol
- Gorro
- Calzado de montaña descubierto
- Ropa técnica que seque rápido el sudor
- Repelente de mosquitos
- Chubasquero
Viajar por Laos es bastante sencillo si no te quieres meter por zonas remotas. Estos son los medios de transporte más habituales para llegar a los principales destinos del país:
· Autobús público en Laos
Hay dos tipos de autobuses: Para locales y para turistas.
Los autobuses para locales salen directamente desde las estaciones de cada ciudad o pueblo y suele pagarse el billete en la estación.
El transporte suele ser un autobús viejo con asientos incómodos, o incluso una furgoneta destartalada con dos banquillas de maderas sobrecargadas de pasajeros, gallinas y equipaje. Las anécdotas están garantizadas.
Los billetes para los autobuses turísticos se consiguen en las agencias turísticas y hay que regatear el precio. Suelen ser más caros que los autobuses locales, evidentemente, pero a veces son la única opción.
· Taxi compartido
Los taxis también son parte del transporte público del país, de hecho a veces son la única forma de viaje posible. Se paga el billete directamente al conductor, aunque para evitarte problemas te aconsejaría consultar el precio en la estación (suele estar anunciado en la taquilla) o, si te subes en uno en medio de la ruta, pregunta a los demás pasajeros la tarifa.
· Alquilar moto en Laos
Para visitar los alrededores de las ciudades y pueblos sale a cuenta alquilar una motocicleta y perderse por las montañas. Muchos de los mejores paisajes no se encuentran en las rutas de los autobuses locales o turísticos y la mejor manera de llegar a ellos es alquilando tu propio transporte.
¿Y si no sé conducir?
Entonces puedes alquilar una bici. No podrás hacer tantos kilómetros, pero es una buena manera de recorrer los alrededores del lugar y llegar a zonas sin tráfico, aunque ¡prepárate para las cuestas!
Viajé por Laos durante 24 días y en total gasté unos 339.51€, incluyendo en esta cantidad el precio del transporte desde Tailandia. Con un presupuesto de 20€ – 30€ al día puedes viajar por Laos sin muchos lujos, pero sin privarte de disfrutar.
Al ritmo de Laos
Los dos dias de viaje por el Mekong hacia Luang Prabang fueron una buena introduccion al ritmo de Laos. Desde entonces parece que todo lo que quiero hacer es tomarme la vida como los laosianos: con tranquilidad.
Las seis horas en bicicleta por los alrededores de Luang Prabang fueron una excepcion, una urgencia de mis piernas por deshacerse del agarrotamiento del barco. Si he vuelto a dar muestras de actividad ha sido para ahorrarme algunos kips, como por ejemplo caminar desde mi dormitorio en el centro de Luang Prabang hasta la estacion de autobuses.
Pero los cuatro dias sin internet y con escasa electricidad en el norte de Laos insuflaron una dosis extra de narcolepsia en mi metabolismo. De nada sirvio que madrugara para estar puntualmente a las ocho en la estacion de autobuses de Luang Prabang porque el autobus a Nongkhiaw se retraso una hora. De nada sirvio que a las dos subiera a la barquita hacia Muang Ngoy porque no partio hasta las cuatro.
Y no me importo.
Me contagie de la tranquilidad del puerto de Nongkhiaw, de los vecinos reunidos frente al quiosco y de la cocinera preparandome parsimoniosamente un bocadillo mientras vigilaba a los ninos jugar. Habia entrado en el ritmo de Laos y durante mis dias en Muang Ngoy me quede atrapada en el.
Durante cinco dias no tuve otra ocupacion que caminar y relajarme en una hamaca con vistas a unas de las tantas montanas espectaculares del norte de Laos.
A pocas horas a pie de Muang Ngoy se llega a pueblos donde es facil creer que el tiempo se ha parado, si no fuera por las enormes antenas de television que asoman en las terrazas de algunas cabanas. Alli la vida es sencilla y la rutina esta marcada por las horas de luz.
Cuando aparecen los primeros rayos de sol, los ninos comienzan a pedir arroz. Las mujeres se levantan para ocuparse de la casa y los hombres desaparecen en el bosque para intentar mejorar la suerte del dia anterior y cazar esta vez a ese cerdo que ayer hirio a su perro.
Durante el dia los ninos que aun no van al colegio se entretienen fabricando sus propios juguetes (si es que no llega un farang con algo mejor); y al anochecer, cuando sus padres vuelven del bosque otra vez con las manos vacias, se van a dormir. Manana sera otro dia. Quizas alguien del pueblo tendra suerte en su caza y seguramente en la cabana de al lado dormiran otros farangs con los que entretenerse.
La vuelta a Luang Prabang no fue traumatica: el autobus de las 8:30 salio a las 9:30 y, al llegar, las mujeres seguian ocupandose de sus casas mientras los hombres salian a cazar turistas con sus tuk tuks. Quizas una de las pocas diferencias era la electricidad en las calles y el wifi en los hostales. Todo lo demas seguia moviendose al ritmo de Laos.
Luang Prabang: ¿Dónde están los locales?
Existen las senales? Que en mi ultimo dia en Chiang Rai apareciera un arco iris es una senal? Que apareciera otro al llegar a Luang Prabang es otra? Y si lo son, que significan? Seguramente solo indican que llueve mucho en un dia soleado y que, al llegar a Luang Prabang, me va a recibir una ducha monzonica que me va a dificultar la tarea de buscar alojamiento.
Y asi fue.
De hecho, en mi primer dia en Luang Prabang solo vi lo que la lluvia me permitio: El cielo nublado, gente conduciendo con una mano en el manillar y la otra sosteniendo el paraguas y calles llenas de hostales. Para cuando ya habia encontrado un lugar donde dejar mis cosas y la lluvia habia desaparecido, la noche llego y las pocas luces de las calles se iluminaron. Habia llegado a Luang Prabang y esta ciudad aun continuaba siendo un misterio.
Al salir a la calle por la manana me encontre con una ciudad tranquila, llena de hostales casi vacios y de taxistas desesperados para que los pocos turistas que llegan en temporada baja se suban a sus coches. En las calles hay poco transito y por ellas se mueven principalmente los turistas en bicicleta o caminando tranquilamente de templo en templo.
Es facil encontrar cafeterias que venden versiones laosianas de la cocina francesa y las vendedoras de bocadillos en la calle principal ya son un icono de la ciudad. Pero los locales no desayunan bocadillos al estilo de Laos, ni pasean por el Mekong. Tampoco pierden la cabeza en los bufes baratos del mercado nocturno ni se entretienen mirando los bolsos del mercado Hmong. Donde estan los locales?
Un paseo en bici por los alrededores de Luang Prabang me da la respuesta: los locales hacen vida lejos del turismo.
Parece que la ciudad esta dividida en dos zonas: La zona turistica (cerca del Mekong y los templos, llena de hostales y agencias de turismo) y la zona local (cerca del rio Nam Khan, llena de quioscos, casas, telares, escuelas, perros y algun puesto callejero de sopa, bananas y pinchos de carne). Los locales viven su vida sentados delante de sus casas o negocios, con las puertas siempre abiertas y sorprendiendose cuando algun turista se pierde en su zona.
Esta division me sorprende. Es que los turistas hemos invadido su centro historico? O es que los locales huyen de nosotros? Quizas es un poco de las dos cosas. Al temperamento laosiano le gusta la tranquilidad, el silencio por la noche, hacer vida en la calle pero comer en sus casas, despertarse pronto por la manana e ir a la cama pocas horas despues de la puesta de sol. Este estilo de vida no se adapta bien a las costumbres de los turistas occidentales que prefieren despertarse tarde, beber hasta bien entrada la noche e incluso vestir de forma extravagante.
Quizas por eso en Laos no me encuentro las sonrisas de Tailandia ni despierto la misma curiosidad que en Indonesia. Cuando me pierdo en la zona local parece que recibo miradas timidas, algunas de recelo, y si saludo con un efusivo sabadi la respuesta parece forzada.
Parece que los laosianos no tienen mas remedio que abrir las puertas al turismo porque necesitan nuestro dinero, pero a su vez temen que transformemos un estilo de vida en el que se sienten comodos. Por ello no es estrano ver en Laos listas de consejos para no faltar al respeto a las costumbres locales, y tristemente tampoco es estrano ver a turistas ignorarlas.