Esta es parte de una conversación que escuché accidentalmente entre una chica australiana y dos alemanes:
– ¡Conoces Europa mejor que nosotros!
– Pero vosotros vivís allí. ¡Tenéis vuelos muy baratos y estáis cerca de todo! ¿Por qué no la conocéis toda? Europa es apasionante, tan diferente y diversa…
– No, para nosotros no lo es. Australia sí que suena apasionante, diferente y diversa.
¿Será verdad que cada uno valora lo que tiene más lejos? Europa fue mi campo de experimentos. Por allí he viajado con mi familia, con amigos, en solitario y en bici y, a pesar de todo, este continente no ha tenido demasiadas apariciones en este blog. Hay que ponerle remedio, pues, como dijo la australiana, yo sí creo que el continente en el que nací es apasionante, diferente y muy diverso. Me gusta irme a viajar lejos, pero reconozco que incluso en España se pueden hacer grandes viajes, y recorrer Europa de punta a punta es uno de mis sueños pendientes.
¿A ti también te interesa Europa? Pues marca bien estos nombres en el mapa. Son mis lugares favoritos del continente y no me gustaría que te los perdieras en tu viaje.
MIS LUGARES DE EUROPA FAVORITOS[su_divider top=»no» divider_color=»#dfc566″]
1. OPORTO
Recuerdo como si fuera ayer cuando mis padres planificaban el viaje a Portugal en caravana. No sé qué edad teníamos yo y mi hermana, pero no habíamos salido aún de la escuela y la idea de ver un país en el que no pudieran entender mi lengua me parecía exótica. Fuimos a recorrer Portugal hasta Lisboa durante unas semanas y me encantó ese país olvidado de Europa. Me gustó tanto que no me importó volver allí en bicicleta.
Este país tiene rincones bellísimos y dicen que el Algarve es una de las mejores costas de la Península Ibérica, pero yo, si me tengo que quedar con un lugar de Portugal, me quedo con Oporto; con sus calles, con su río, con su vino, con su fiesta de San Juan, con sus escenas bizarras, con su cultura y con su alma de pueblo.
2. LASTRES
Mucho más cerca de casa, en el norte de España, existe un pueblo que parece sacado de un cuento. Lastres fue pueblo ballenero, aunque ahora es recordado por ser el escenario de la serie Doctor Mateo. Yo llegué allí después de que me lo recomendaran una y otra vez durante la travesía en bici por Asturias y fue uno de los lugares más bonitos que vi durante ese viaje. Supongo que las vistas desde el acantilado lo dice todo:
3. SANTIAGO DE COMPOSTELA
Recuerdo que lloré durante los últimos kilómetros hacia Santiago de Compostela, no porque el camino fuera difícil (lo pasé peor en el País Vasco), sino por la emoción contagiosa de los peregrinos que llegaban a su destino después de varias semanas caminando. Crucé una de las puertas medievales del centro histórico y llegué a la plaza de la catedral, me senté en un rincón a comer pan con queso y me sentí feliz por el simple hecho de estar allí.
Los demás días que pasé en la ciudad fueron igual de felices y mis recuerdos son tan buenos que, de hecho, si no fuera por el frío y la lluvia, creo que me encantaría vivir en Santiago. Me gusta esta ciudad tranquila y peregrina de Galicia y me gustó mucho más recorrerla con los ojos de Sandra.
4. ANDORRA
Seguimos por el norte de la Península, esta vez en un país mucho más pequeñito y olvidado que Portugal: Andorra. Ese rinconcito del Pirineo me parece demasiado familiar. Allí también se habla catalán y castellano, y comparte la gastronomía de los pueblos pirenaicos. Lo único que me convence de que Andorra tiene sus fronteras, es un recuerdo de infancia: Mi alegría por cruzar mi primera frontera brotaban desde la ventana trasera del coche. ¿Andorra? ¿Quién sabe qué es Andorra?, pero no es España. El golpe fue duro cuando no pudimos visitar ese país porque nosotras, las niñas, aún no teníamos pasaporte. ¿Qué es un pasaporte? ¿Quién sabe qué es un pasaporte?, pero parece que es lo que distingue un país de otro.
Pero yo te quería hablar de Andorra porque es un país raro y pequeño, pero precioso, como todo el Pirineo. La gente del sur de Francia y del norte de Cataluña suelen organizar su escapada fin de semana a Andorra por dos razones: Es el Duty free más cercano (se puede conseguir productos más baratos que en Francia y España) y tiene algunas de las mejores estaciones de esquí. Es bastante popular cruzar la frontera para aprovechar el servicio de alquiler de esquís en Andorra y disfrutar de la nieve en ese país.
Yo la prefiero por la segunda razón (ya va siendo hora que aprenda a esquiar), y por una tercera: Adoro la montaña y Andorra es un país lleno de ellas. Me gustaría vivir allí para caminar sus senderos y sentir que vivo en un a delas sierras más bonitas de Europa.
5. EDIMBURGO
La capital de Escocia no me enamoró por su clima. Aunque estuve allí en primavera, creo que es uno de los lugares en los que he pasado más frío; pero merece la pena sufrir su clima para conocer su historia y recorrer sus callejones medievales. Las calles angostas de su centro histórico dan miedo con sus historias de asesinos y brujas, pero los escoceses son gente encantadora y esta ciudad es indiscutiblemente bonita.
6. BERLÍN
Berlín no me gustó a primera vista, ni a segunda ni a tercera. Pensé que era una ciudad fea, pero durante las tres semanas que pasé en la capital de Alemania, pude conocer su versión más gamberra, sus modales más aristocráticos y la cara más triste de su historia. Lo mejor de todo es que es una ciudad que se atreve a todo y sus experimentos le salen bien.
Pocas veces me gustan las combinaciones de arquitectura moderna junto a edificios históricos, pero esa es la manera en que Berlín decidió recomponerse de la guerra y, la verdad, es que gracias a ello tiene una de las arquitecturas más vanguardistas e interesantes de Europa. Lo mejor es cruzar las puertas de sus edificios públicos. Te dejan con la boca abierta.
Lee > Guía para organizar tu viaje a Berlín
7. ISLANDIA
A Islandia la incluyo entera en esta lista porque es imposible reducirla a un solo lugar. Cada rincón natural de esta pequeña isla parece de otro mundo. No escribo más sobre esta isla porque sobran las palabras. Que hablen las imágenes:
Lee > Guía para organizar tu viaje a Islandia
8. PITIGLIANO
La Toscana es otro lugar en el que podría vivir feliz. Buena comida, buen vino, bonitos paisajes, gente divertida y buen clima. ¿Qué más se puede pedir? ¿Un pueblo colgando de un acantilado? Pues también lo tiene, y se llama Pitigliano. Es mi pueblo favorito de la Toscana y si te animas a visitarlo entenderás por qué.
9. ROMA
Es raro que incluya ciudades grandes en esta lista (soy de campo, qué le vamos a hacer), pero Roma, junto con Berlín, es una de las grandes ciudades de Europa en la que no me importaría pasar una temporada larga. Sobran motivos para visitar Roma: Su historia, su arquitectura y su comida son algunos. Pero también puedo añadirles los buenos recuerdos que me trae esta ciudad que recorrí en compañía de una de mis mejores amigas. No me dio tiempo de visitar las pinturas de Michelangelo y más de la mitad de los muchos museos de arte que tiene la ciudad, pero esa es mi excusa para volver.
10. BRATISLAVA
Bratislava sirve a los viajeros de Interrail como crucero para ir a Viena y Hamburgo, y no dudo que estas ciudades son preciosas y merecen más de una visita, pero, por favor, no te quedes solo una noche en Bratislava. Su centro histórico es muy bonito y su historia es muy interesante (puedes conocerla gracias a los free tour). Además, la ciudad es lo suficientemente pequeña para que disfrutes de la naturaleza en transporte público o en bici. Incluso puedes cruzar la frontera con Hamburgo para ver cómo se vive al otro lado del río Danubio.
Lee > Guía para viajar a Eslovaquia
¿Y tú?[su_divider top=»no» divider_color=»#dfc566″]
¿Cuáles han sido los lugares de Europa que más te han gustado? Ayúdame a conocer mejor mi continente 🙂
[su_divider top=»no» divider_color=»#dfc566″]
Deja un comentario