Después de años como nómada, viajar sola me parece algo natural. Mi vida de viaje se ha transformado en algo tan cotidiano que hay poco espacio para dudas y miedos, más allá de los que todos tenemos de vez en cuando. Sin embargo, cuando miro atrás y me veo frente al ordenador dudando si comprar ese billete sin fecha de regreso a Indonesia, recuerdo todas las dudas que se me pasaban por la cabeza entonces.
Quizás tú, ahora, también las tienes. Para ayudarte a no darles un exceso de importancia, aquí van mis respuestas. Imagínate que te las da tu yo del futuro, después de haber tomado la decisión.
1. ¿Y SI ME ABURRO VIAJANDO SOLA?
Raramente pasa, porque en un viaje todo es nuevo, y siempre hay estímulos y sorpresas. Así que si te aburres es porque quizás ya conoces el lugar tan bien como tu propia casa. Es señal de que toca cambiar.
2. ¿Y SI ME SIENTO SOLA?
No te voy a engañar; puede ser que a veces te sientas sola. Pero te pregunto: ¿no hay días en los que te sientes sola aunque tengas cerca a tu familia y amigos? De la soledad no se escapa, es un sentimiento que a veces llega sin avisar y sin razón aparente, así que cuando te visite mientras estás de viaje, recuerda todo lo que te cuento aquí.
3. ¿Y SI ME QUEDO SIN DINERO?
Hay maneras de evitar que eso pase. Si viajas con tus ahorros, puedes minimizar los gastos de tu viaje al máximo usando couchsurfing y el trueque. Pero si llega el día en que por ves a saber porqué extraña razón, te has quedado sin dinero en la otra punta del mundo, te aseguro que vas a encontrar una manera de tirar adelante.
Haciendo autoestop por Canadá y Estados Unidos me ofrecieron empleo y en la ruta acabé trabajando en un campo de cerezas casi por pura casualidad. En Asia vendí artesanías locales a través de internet y ahora en México he comenzado a convertirme en nómada digital. ¿Qué quiero decir con eso? Que con los ojos bien abiertos, suerte y picardía se puede salir de casi cualquier situación.
4. ¿Y SI ME PIERDO?
Ui, eso me pasa a cada rato, y no es el peor de todos los males. A veces incluso es fuente de buenas experiencias. Gracias a perderme, conocí la hospitalidad de los pueblos del norte de España y me he encontrado con lugares que no aparecen en las guías. ¡Un poco de sorpresa le da chispa a la vida!
5. ¿Y SI NADIE ME ENTIENDE?
No voy a negar que la barrera lingüística pone las cosas difíciles, pero también hay que reconocer que hace el viaje interesante y, sobre todo, te obliga a aprender una lengua extranjera. En mi viaje a China el inglés me sirvió de poco, pero aún así logré recorrer el sur del país de punta a punta gracias a la paciencia de los chinos y a la mía.
Tuve que aprender palabras cotidianas y copiar las direcciones en caracteres para pedir ayuda en caso de perderme. Al final de mi viaje por China podía mantener una conversación básica (aunque ya he olvidado lo poco que sabía) y el esfuerzo lingüísticotico que representó el viaje me hizo valorar ese país muchísimo más.
6. ¿Y SI NO ME GUSTA LA EXPERIENCIA DE VIAJAR SOLA?
Es muy sencillo: si no te gusta el viaje, vuelves a casa. Nadie te obliga a seguir un estilo de vida que no es para ti, pero si nunca lo pruebas, siempre te quedarás con la duda de cómo habría sido la experiencia si te hubieses dado la oportunidad de probarla.
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7. ¿Y SI ECHO MUCHO DE MENOS A MI FAMILIA Y AMIGOS?
Eso pasa muy a menudo. No se puede tener todo, ¿no? Por suerte hoy existen muchos medios que acortan las distancias. ¿Te imaginas cómo sería viajar sola en esa época en la que no existía internet? La verdad es que ahora viajar es mucho más fácil.
8. ¿Y SI ME OLVIDO DE ALGÚN PREPARATIVO IMPORTANTE?
Tranquila, mientras no te olvides del pasaporte, todos los demás documentos y preparativos pueden solucionarse por el camino. Pero para que no te quedes con la inquietud, aquí te dejo los documentos más importantes para tu gran viaje.
9. ¿Y SI ME VIOLAN O SECUESTRAN?
Bueno, ya que nos ponemos en lo peor, ¿por qué no ponernos también en lo mejor?: ¿Y si descubres que el mundo es mucho más amable de lo que te cuentan? Hace años que viajo. Lo he hecho en bici, transporte público y autoestop, y jamás nadie me ha violado o secuestrado.
Quizás crees que he tenido suerte, pero conozco muchas mujeres viajando solas por el mundo y de momento ninguna de ellas ha pasado por todo eso. Sí, puede pasar, pero deberías tener muy mala suerte y, si la tuvieras, ¿crees que sería por viajar sola? ¿De verdad crees que eso no puede pasarte a la vuelta de la esquina?
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10. ¿Y SI EL MIEDO NO DESAPARECE?
No lo hará. Yo sigo teniendo miedo a muchas cosas, pero no son las mismas a las que temía cuando aún no había viajado sola. Todas estas dudas y miedos que tienes ahora, se irán difuminando a medida que compruebes por ti misma que viajar sola no es para heroínas, pero puede que haya momentos en los que sientas miedo o que algunos temores vuelvan. La vida está llena de miedos, hay que acostumbrarse a ello; pero si quieres vivir la vida que quieres, será mejor que no dejes que te dominen.
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