«Yo he viajado por India con dos amigas y ni loca me iría por allí sola».
«¿No has oído las noticias? Ya no respetan ni a las extranjeras».
«Es peligroso, yo no recomendaría a ninguna mujer viajar sola por allí».
Es inevitable que cruzara la frontera entre Nepal e India muerta de miedo con todas esas advertencias resonando en la cabeza, y es también comprensible que, con todos esos rumores y leyendas que envuelven a ese país, muchas viajeras se formen una idea negativa de India sin conocerla.
Después de ver en las noticias los casos de violaciones y de escuchar algunas experiencias desagradables de otras viajeras que decidieron poner los pies en India en solitario, es difícil no tener dudas. Es por ello que me he decidido a escribir esta entrada; para aliviar la carga de miedo de esas mujeres que están decididas a viajar a India pero que aún tienen dudas sobre cómo ese viaje afectará a su seguridad, y para convencer a aquellas mujeres que no incluyen India en su «lista de países que quiero visitar» por todo lo malo que les pueda pasar.
En realidad son más las experiencias positivas las que se van a perder.
Que haya tanta gente que me confesara su enamoramiento por India no dejaba indiferente a alguien que, como yo, estaba buscando su próximo destino después de tres plácidos meses en Taiwán. Un italiano me explicó en Myanmar su relación con India: «Viví allí mucho tiempo y cada año la visito. Es mi casa.» Un alemán me decía: «En realidad no me gusta India, pero cada año le hago una visita. Yo tampoco me lo explico». Un coreano me dijo que ese país era pura aventura y una española me contaba algunos «malos» ratos que los indios le habían hecho pasar mientras afirmaba que, a pesar de ello, ese país la tenía atrapada.
Y así fue como poco a poco ese nombre que el miedo había borrado de mis rutas imaginarias por Asia fue apareciendo en ellas, hasta convertirse en cinco imponentes letras mayúsculas imposibles de ignorar. Compré un billete de avión para Nepal y tramité mi visado para India, y de lo único que me arrepiento es de haber empezado mi viaje por India con tanto miedo.
Es cierto que las noticias no mienten acerca de las violaciones en India, que algunos hombres intentan aprovechar la multitud para rozar a las extranjeras, y que otros más descarados no entienden que responder «sí, soy soltera» no es sinónimo de «me voy a acostar contigo si me lo pides». Pero la verdad es que también he tenido situaciones «difíciles» con algunos hombres en Indonesia y en Myanmar y ello no me impidió viajar por esos lugares con total normalidad, ni dejaría de recomendarlos a cualquier viajera.
La realidad es que hay impresentables en todas partes, incluso en España, aunque no salgan en los telediarios.
Tampoco voy a negar que los roces por la calle o en el autobús hicieron agotador mi viaje por India, pero tampoco quiero que creas que todos los indios están esperando la mínima oportunidad para rozarte. Como he dicho, de impresentables hay en todas partes, en España y en India, y si tienes la mala suerte de encontrarte con uno en las ajetreadas calles de Calcuta, ese no es motivo para extender el epíteto de «acosador» a todos los indios.
Sin embargo, reconozco que esas situaciones agotan y aún más en un país extranjero en el que desconoces cómo reaccionar en una situación como esa. Preguntando a algunos amigos indios su respuesta fue clara: «Haz lo que haría cualquier mujer india; grítale en público, monta un escándalo. Haz que se avergüence no volverá a hacerlo nunca más.»
También debo reconocer que tuve problemas para aceptar y entender una costumbre India que me causó más de un momento incómodo y de mal humor: Las miradas fijas que se clavaban en mí en el tren, en la calle, en el restaurante, en el cine y a veces incluso en los hostales.
En realidad lo que me molestaba no es que se quedaran mirándome fijamente. Eso ya me había sucedido en otros países asiáticos, sobre todo en China. Lo que me incomodaba es que cuando devolvía la mirada no tenía como respuesta una sonrisa. La mirada India son dos ojos enormes, oscuros, serios y desvergonzados que se clavan en ti. Desconcierta tanto que acabas por tener ganas de preguntarles si tienes monos en la cara, e incluso evitas sonreir no vaya a ser que se crean lo que no es.
Al final unos paseos por las calles de cualquier ciudad India te hacen comprender que esas miradas fijas no tienen nada contra ti. Cuando hay una pelea en la calle, en España intentamos ser discretos y nos la miramos desde la distancia, lanzamos algunas miraditas curiosas y continuamos con lo nuestro para que no nos salpique la sangre. Los Indios en cambio no tardan en formar un círculo a menos de un metro de la pelea y los mirones se quedan allí el tiempo que desean sin ningún pudor.
Lo mismo ocurre cuando la policía detiene a alguien, cuando hay un borracho armando escándalo o incluso si hay mujeres gritándose una a la otra. La curiosidad en India no se disimula, y una extranjera viajando sola en un tren es algo inevitablemente curioso. Nadie disimulaba sus miradas hacia mí porqué no había ninguna mala intención en ellas. Solo eran curiosidad.
Cuando ya tenía mi visado indio estampado en mi pasaporte, se me ocurrió preguntarle a una amiga por qué amaba India a pesar de algunas malas situaciones que había sufrido viviendo allí. Me dijo que era difícil de explicar; que quizás era porque en India se podía ver lo más terrible pero también lo más bello. Podías hundirte, enfadarte y entristecerte debido a una situación que acababas de vivir para, minutos después, emocionarte con una escena conmovedora.
Después de haber viajado medio año por ese país, me parece que no hay mejor manera de explicar por qué India atrapa. Y para ilustrarla nada mejor que dos experiencias personales de mi viaje:
Durante una interminable noche en una estación de autobuses de Punjab, después de haber sido estafadas por un conductor de tuktuk, el encargado de la oficina de información flirteaba con nosotras mientras intentábamos que nos devolviera el dinero que habíamos pagado por un bus averiado. Estábamos agotadas, cansadas e incluso con ganas de pegarle un par de tortazos a ese chico tan pesado que además olía mucho a alcohol.
Unas horas más tarde, un señor nos ofreció fruta y nos indicó cuál era el autobús que nos llevaría a McLeod Ganj. Y ese gesto tan sencillo hizo que en pocas horas me reconciliara con India.
Otra noche, en un tren destartalado, mis compañeros de compartimento (todos hombres), sacaron tres botellas de whisky que se acabaron en poco más de tres horas. Uno de ellos vomitó la cena por la ventana del vagón. Sus compañeros vieron mi cara de «¿por qué a mí, señor?» e interpretaron que me encontraba mal. Aprovecharon una de las paradas y me compraron manzanas, té, unos dulces indios y frutos secos. Luego decidieron preparar la litera de arriba para que yo pudiera descansar.
India es así: Una de cal y otra de arena, a veces incluso mezcladas, para que no abandones ese estado de sorpresa en el que llegastes. Te enfada, te agota y te decepciona para minutos después devolverte esa ilusión que hace que te arrepientas de haberla maldecido.
Muchos dicen que eso es precisamente lo que odian de India; que no haya término medio. Durante un viaje por ese país las emociones pasan de lo más alto a lo más bajo, sin llegar nunca a estabilizarse. Quizás porque me gustan las sorpresas, a mí es precisamente eso lo que me enganchó de India: Que te ofrezca un trago amargo para hacértelo olvidar con el mejor de sus dulces, dejándote así con la incógnita de qué será lo siguiente, con qué nuevo personaje y con qué escena volverá a sorprenderte.
Irene que excelente capacidad de relatar tienes… me ha cautivado tu narración, definitivamente visitare en un futuro próximo ese encantador Pais.
Gracias Sofia. Ojalá te guste tanto como a mí ese loco país 🙂
Hola Irene; Mi nombre es Sebastian, Dentro de unos días viajo a India a la ciudad de Bombay, al igual que otros encontré tu blog, buscando en Google. La verdad no se que esperar de mi viaje, estoy tan contento como atemorizado por irme hasta allá. Viajo solo y por trabajo. No se con que me voy a encontrar. Voy a estar 11 días en India. Tengo mil preguntas en la cabeza pero trato no pensar en las 25 hs de viaje que hay entre Bs As, Argentina y Bombay. Trato de no volverme loco mientras me digo que tengo solo tengo que disfrutar del viaje.
Hola Sebastian, disfruta del viaje. India es muchas cosas a la vez, así que a tomárselo con tranquilidad y a disfrutarla tal y como es. Espero que te guste!
Buen viaje 🙂
Entre a Google buscando experiencias en India, y me encontre con tu blog, es un sueño que tengo hace mucho, pero desde Argentina cuesta un poquito más…
Me enamore mas de un pais que no conozco aun, pero que lo siento.
Gracias por tus experiencias, por compartirlas. Mi materia pendiente INDIA…ojala no falte demasiado para pisar esas tierras de hermosos colores.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!
Hola Carla, una vez tengas para el billete de avión, ya verás que el nivel de vida de India se hace muchísimo más llevadero que el de argentina. Es muy barato! Espero que algún día puedas cumplir el sueño de este viaje. A mí me enamoró este país. Abrazo!
Jaja esto me emociona mucho estoy planeando mi viaje a India. Y es eso que me tiene con tanta curiosidad porque todos mis amigos me hablan tan mal de India. Que es sucio, que es peligroso, pero luego me dicen que es el pais preferido… asi que no entiendo y quiero ir a ver com mis propios ojos. O lo amas o lo odias me dicen… pero esta vision tuya me deja muchas espectativas… me llena de nervios de viaje y de emocion!!! Gracias
Hola Isabel!
La verdad es que yo también llegué a India con muchos comentarios contradictorios en mi cabeza, pero luego cada uno se crea el suyo. Creo que es bueno que te hablen de todo lo que impacta de India para que el shock no sea tan fuerte. Así viajas prevenida. Pero al fin y al cabo cada uno tiene sus propias visiones y se forja una imagen personal. Eso sí, el país no deja indiferente. ¡Disfrútalo!
Enganchada estoy a tu blog! jajaja
Bueno, pues… ¿Qué decir? Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices.. India la amas la odias. Esas miradas de los hombres que te dan cangeli pero luego ese señor amable que te ayuda en todo sin pedirte una rupia a cambio. En fin, un país de contrastes sin duda alguna.
Saludos,
Miriam
Ya lo veo! jajaja Así me gusta 😉
Me dijeron que a India s ela amaba o se la odiaba, pero luego confirmé que se la ama Y se la odia. Es como una atracción de feria, con sus momentos altos y sus momentos bajos que te ayudan a seguir manteniendo las cosquillitas en el estómago durante todo el viaje.
Abrazo!!
Estuve 1 mes en India, precisamente en Chennai en el 2004. Fue un hito en mi vida, un antes y un después, un despertar a las emociones, a las sensaciones, un darme cuenta de que tenía 5 sentidos y nunca los había usado completamente. No me molestaron las miradas, eran sólo eso, miradas, pero sí me llevé en el corazón la sonrisa de los chicos
Me fui de India con las ganas de ver el sur, pero también me llevo el recuerdo de las sonrisas: enormes y blanquísimas.
Entre con mucha curiosidad a leer este post y no me defraudó. Me diste unas ganas enormes de ir! Gracias 🙂
¡Qué bien queno te defraudara! Seguro que disfrutas el viaje si vas con una mente abierta.
Hermoso post. La mayoria de los blogs hablan maravillas inspirando a irse a cualquier lado. Es buenp ver las dos caras y expresar lo q reaente sintio en algunos momentos. Ame india x las mismas razones
Gracias Maria 🙂 Me alegro que te gustara y que consiguiera transmitir lo que India es para mí.
Gracias estoy muy Emocionada estubes dos veces en INDIA soy devota de Sai BABA Síempre fuy en grupos..solo estube en el norte punthaparti..puedo decir con absoluta verdad es lo mejor que me pasó en la vida , INDIA ES AMOR ! ADORO LA GENTE son tan buenos ,tube experiencias inorvidables, desde que llege la gente fueron hamables conmigo..quiero volver por largo tiempo OJALA ENCUENTRE ALLI EL HOMBRE DE MI VIDA, EL problema es que hablo solo un poco INGLES. ME GUSTA LA ESPIRITUALIDA Tengo fé que todo me ira bien, boy sola , si hay alguna mujer que quiera ir podemos ir juntas, contactame en facebook.. NAMASTE…
Amada suares perez
De donde eres? Yo estoy pensando en viajar sola fines de setiembre aprox, con bajo costo
Efectivamente; eso es india; una de cal y otra de arena. Te ríes, te enfadas. Te engancha. Es como bajar a la vida y dejar de verla desde la barrera. En la india me he sentido más viva que nunca, y veo que somos muchos los enamorados de esa locura de país 😉
Cuando estaba allí, era más bien una relación de amor-odio. Ahora, visto con perspectiva, creo que había un tanto por ciento mucho más alto de amor.